Como ya ocurrió el año pasado, julio ha sido un buen mes para el sector turístico aragonés y las previsiones indican que agosto incluso puede ser más positivo. De hecho, los hosteleros de la comunidad aspiran a registrar su mejor campaña de verano desde antes de la crisis. «El turismo de sol y playa está bajando porque hay menos extranjeros, pero el interior se mantiene gracias a los visitantes nacionales, lo que nos beneficia», explica el presidente de la Confederación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Aragón, Luis Vaquer.

El año pasado el sector vivió su segundo mejor verano desde el del 2008, en plena Expo de Zaragoza. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la ocupación hotelera en la comunidad alcanzó entre los meses de julio y agosto del 2018 las 1,32 millones de pernoctaciones, la segunda mejor cifra de la serie histórica solo superada por las 1,33 millones del 2008. El sector confía en mejorar esos datos. «Esperamos estar un poco por encima del año pasado», indica el presidente de la Asociación de Hotelería y Turismo de Teruel, Juan Ciércoles.

Por el momento, el 2019 está siendo muy similar al 2018, con 2,12 millones de pernoctaciones hasta el mes de mayo, frente a las 2,17 del mismo periodo del 2018.

«Julio ha sido un buen mes y agosto lo esperamos incluso mejor, aunque todo dependerá del tiempo», señala la gerente de la Asociación Turística Empresarial Valle de Benasque, Eva Bizarro, que apunta que la ola de calor que azotó Aragón hace unas semanas hizo que muchos «buscaran refugio» en el Pirineo. Unas altas temperaturas que, en contraposición, vació muchas terrazas en Zaragoza, tal y como recuerda Vaquer.

Con todo, los buenos niveles de ocupación no han llegado a todos los municipios. Así lo asegura la vicepresidenta de la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo de Huesca, Anabel Costas, que regenta un hotel en Tramacastilla de Tena. «La primera quincena de julio fue mala con una ocupación media del 40% y la segunda mejoró un poco pero no fue para tirar cohetes», indica Costas, que pide un esfuerzo conjunto para frenar el auge de los apartamentos turísticos.

EL 8% DEL PIB

Aunque Aragón no es una comunidad eminentemente turística, el peso de este sector en la economía regional no para de escalar posiciones. Esta actividad ya supone el 8% del Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad, con una facturación de 2.900 millones de euros. Además, se trata de un sector intensivo en mano de obra que genera el 10% del empleo aragonés. Al cierre del 2018, ocupaba a 61.093 personas.