Este enero se han cumplido 15 años de la entrada en vigor de la Ley Antitabaco que prohibía fumar en espacios cerrados. Y ahora, una década y media después, tras meses en los que las restricciones han ido aumentando y variando con la pandemia, Aragón va a prohibir fumar en las terrazas de los bares para tratar de frenar los contagios de coronavirus. Se trata de una restricción temporal, pero es la gran novedad dentro del paquete de medidas dirigido a minimizar los efectos de la que sería ya la cuarta ola de covid en la comunidad.

La nueva prohibición ha pillado a muchos preparados y concienciados. Desde verano ha estado prohibido fumar en la vía pública y en los veladores si no existía una distancia de seguridad mínima con el resto de viandantes y consumidores. Es por ello por lo que, desde el pasado 11 de junio, en la terraza de La Lobera de Martín, en la plaza España de Zaragoza, ya no hay ceniceros en las mesas. “Si nos preguntaban siempre decíamos que no se podía fumar, por eso quitamos los ceniceros, pero mucha gente sí que lo hacía”, explica Carlos Escalador, encargado de este restaurante, que tiene una de las terrazas más codiciadas del centro de la ciudad.

Ahora, ya no habrá que sacar el metro para saber si se puede fumar o no. Estará prohibido, aunque los hosteleros dudan de que todo el mundo cumpla. “Imagino que la gente ahora se cortará más, pero nosotros no podemos hacer de Policía”, decía Escalador. En La Republicana, otro establecimiento céntrico, su dueña, María Jesús Lechón, compartía el mismo análisis: “No sabemos cómo lo van a hacer, pero nosotros ya tenemos bastante con organizar nuestro trabajo como para estar pendiente de si alguien fuma en la terraza”. Por la mañana, también debido al frío con el que se ha despertado Zaragoza, en sus mesas exteriores no había nadie, aunque, eso sí, no cree que la prohibición de fumar en los veladores les afecte mucho. “No sé qué pasará o si vendrán menos, pero con el frío que hace la gente ya no busca tanto las terrazas. Fumar en invierno es lo de menos”, opinaba Lechón.

La nueva orden se ha publicado este lunes a medio día en el Boletín Oficial de Aragón, así que la prohibición de fumar entrará en vigor a partir de las 00.00 horas. Y muchos, esta misma mañana, parecían estar al tanto. “Estamos aprovechando el último día. No se podrá a partir de mañana, ¿no?”, explicaban bien informadas tres señores sentadas en una mesa en la plaza España. Dos de ellas estaban fumando. “Solo me fumo uno por la mañana y otro por la noche, y con el café la verdad es que apetece. Pero cuando esté prohibido lo cumpliremos. Son las normas y es lo que hay que hacer”, decía una de ellas.

Cerca de ellas, tres jóvenes degustaban también unos cafés bajo el sol. “Yo soy fumadora pero en terrazas y por la calle apenas fumo, a no ser que vaya sola, como cuando salgo de trabajar por las noches. Si no, me puedo esperar a llegar a casa, no pasa nada”, comentaba una. Sus dos amigas, que decían no fumar, aplaudían la medida. “Me parece perfecto que lo prohíban. Aunque no fuera por el covid”, aseguraba otra.

Cuatro por mesa y nada de cenas

Junto con la restricción de fumar en las terrazas, a partir de este martes los restaurantes no podrán ofrecer en su interior mesas para más de cuatro personas. Además, en vez de a las 22.00 como hasta ahora, tendrán que cerrar a las 20.00 horas. Y estas dos normas parece que sí han trastocado más los planes de los hosteleros, que afrontan ahora la última semana de la Navidad. En La Lobera de Martín, por ejemplo, han tenido que cancelar "aproximadamente el 50% de las reservas”. “Para el día de Reyes había mucha gente para comer y claro, les tienes que llamar y decir que no pueden ser más de cuatro. Al principio te dicen que vale, pero luego al rato muchos llaman y te cancelan. Si son cinco justos, sentar a dos en una mesa y a tres en otra no suele convencer”, explicaba el encargado de este restaurante. La quinta silla que todavía remataba muchas de las mesas en su restaurante “es para los abrigos”, matizaba.

Las cenas serán, de nuevo, las ‘víctimas’ de las nuevas restricciones. “Hasta ahora, aunque había que cerrar a las diez, conseguíamos dar 20 o 30 cenas muchas noches, pero ahora todo eso fuera”, contaba Escalador mientras preparaba una mesa. La gente no ha cambiado sus hábitos, por lo que no habrá muchos que pidan cenar a las 19.00 horas. “Como mucho, las señoras que antes venían a tomarse el café y estaban de seis a nueve ahora vienen a las cinco, pero ya”, zanjaba este hostelero.