El sector hotelero está siendo uno de los grandes damnificados de la crisis provocada por el coronavirus. A pesar de haber finalizado las restricciones de la desescalada y estar en una situación de nueva normalidad, esta actividad sigue arrastrando un dura losa. Lo que vienen alertando los empresarios del sector ha quedado plasmado en las estadísticas oficiales. En julio, los establecimientos hoteleros de Aragón tenían un tercio menos de empleos que en el mismo mes del año anterior. En concreto, se han esfumado 1.449 puestos de trabajo (-34,8%), al pasar de 4.160 a 2.711 empleados, según revelan los datos publicados ayer sobre la Coyuntura Turística Hotelera por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Esta caída de la mano de obra es aún más notable en la provincia de Zaragoza, donde el personal de los hoteles se ha reducido un 40,4% hasta los 908, es decir, 615 trabajadores menos respecto a los 1.523 que había hace un año. En Huesca el descenso ha sido del 32%, de 1.807 a 1.229 trabajadores (578 menos) y en Teruel, de 830 a 574 (256 menos)

Los hoteles aragoneses registraron en julio una ocupación que alcanzó el 29,9%, situando a la comunidad como la cuarta en la cola, solo por encima de Castilla-La Mancha, Extremadura y Castilla y León. Son 15 puntos menos que el registro del mismo mes de año pasado. Esto se debe a que el número de viajeros alojados bajó a la mitad, hasta 146.034 frente a los 293.303 que hubo hace un año. En concreto, la caída fue del 50,2%, lo que se tradujo en 147.269 turistas menos. En cuanto al volumen de pernoctaciones, la evolución anual fue muy similar, con una caída del 49,6%, al pasar de 586.020 a 295.448.

Por provincias, la ocupación hotelera fue algo mayor en Huesca (35,2%), donde la caída de viajeros también fue más atenuada: 146.034 turistas en julio, un 36% menos que un año atrás, 14 puntos menos del descenso registrado en el conjunto de la comunidad. Zaragoza y Teruel se situaron por debajo de la media autonómica con tasas de ocupación del 37% y 23%, respectivamente. El bajón de viajeros también ha sido más acusaos en estas provincias, sobre todo en la primera, que ha perdido seis de cada diez clientes (un 62% menos), mientras que en el territorio turolense el decrecimiento fue del 44%.

El sector parece lejos de alcanzar una cierta normalidad y los extensión de los rebrotes desde mediados de julio no ayudado a la recuperación de este negocio, sobre todo en la ciudad de Zaragoza. Un ejemplo de esta apatía es que en julio estaban abiertos 698 establecimientos hoteles, 137 menos de los que había hace un año, cuando funcionaban 835, lo que supone una merma del 16,4%.

En concreto, Aragón ha sido el lugar elegido por el 2,6% de los viajeros residentes en España, un punto por encima del dato del año anterior. Además, los precios hoteleros ascendieron un 1,3%, situándose en un índice de 64,22 puntos, 47 menos que el total nacional.

DESPLOME NACIONAL

A nivel nacional, las pernoctaciones en establecimientos hoteleros alcanzan los 11,4 millones en julio, un 73,4% menos respecto a las 43,1 millones del mismo mes del 2019. Pese a la progresiva apertura de las fronteras exteriores, los viajeros residentes en España sostienen en mayor medida la actividad hotelera del mes de julio (3,2 millones de viajeros frente a 1,1 millones de no residentes), lo que se refleja también en el volumen de pernoctaciones, que alcanzan los 7,4 millones en el caso de los residentes, frente a los 4,1 millones de los no residentes.

La estancia media de los viajeros en los hoteles se reduce un 25,5% respecto a hace un año, situándose en 2,7 pernoctaciones por viajero.