Los hoteles de la comunidad empezarán a reabrir este lunes, con el avance a la fase 2, en la que ya pueden aprovechar el restaurante, además de la terraza, y servir al público en general. Solo que este de momento no será mucho, y con las restricciones, muchos van a esperar a la fase 3, según coincidieron al menos las asociaciones del gremio de Huesca y Teruel.

En Zaragoza se encuentran algunos de los que sí van a dar el paso en el cambio de fase para reabrir. Es el caso del hotel Plaza Feria, que aprovechará la progresiva reapertura en la plataforma logística, donde está su principal caladero de huéspedes. «Para el lunes tenemos ya 20 reservas», explicaba su propietario, Javier Ramos.

Estos días, Ramos y su personal se afanan en ultimar las medidas de seguridad necesarias en el restaurante, que verá limitado su aforo al 40%, y el resto de las instalaciones. «El personal mantendrá las distancias y hemos preparado, por ejemplo, mamparas para los recepcionistas. El check-in se hace minimizando el contacto, no tocamos las llaves», explica.

Han estado limpiando, con productos homologados, cuyos sellos se pueden ver en la recepción. A su juicio, «la seguridad va a ser positiva, un valor añadido para que el cliente sepa que puede confiar en nosotros».

También de trabajadores se han nutrido los hoteles que han permanecido abiertos durante la cuarentena, de emergencia. Es el caso de El Privilegio, en Tramacastilla de Tena. Obviamente no ha sido una época de ganancias (más bien al contrario), pero había que dar servicio en una zona fronteriza y confían en que su entorno les ayude a mejorar.

Esta nueva época, explica la propietaria, Anabel Costas, pasa por la seguridad, y entre otras medidas, están minimizando el check-in, «nos envían el DNI por adelantado, y les tenemos preparada la tarjeta. Hemos puesto mesas delante del mostrador con hidrogel y mascarillas, de forma que ya están alejados, no hacen falta mamparas. Y preguntamos sus preferencias para el desayuno que será personalizado, sin buffet, en ese aspecto incluso puede ser positivo», explica.

Algo similar explica Federico Beerli, director del hotel Isabel de Segura de Teruel, otro de los que han permanecido abiertos, «perdiendo dinero», admite, pero como servicio público. En su caso han optado por habitaciones «minimalistas», quitando todo lo superfluo, e incide en la limpieza constante. Beerli confía en que la apertura de la terraza sea un acicate para remontar.