Llega el momento de la cooperación para Aragón. La globalización de la economía lleva a un solo camino, que pasa por intentar crear alianzas, compartir experiencias, fomentar sinergias, reducir riesgos y conquistar mercados. Y eso sirve para todos los sectores. La crisis económica ya hizo su particular selección natural de empresas durante los años más duros, pero ahora, después de casi un lustro de recuperación económica, la estrategia conduce a la cooperación. Las compañías que han conseguido sobrevivir saben que es el camino correcto, pero dar el paso resulta todavía complicado.

El sector del automóvil quizá sea el mejor ejemplo. Es cierto que la planta de Opel España se encuentra bien posicionada. El próximo año fabricará el primer vehículo eléctrico del grupo PSA, el Corsa. Además, produce varios modelos que cuentan con el favor, por ahora, de los clientes. Pero a uno de los sectores estratégicos de Aragón le falta algo: cooperar más, algo en lo que Opel España debería comenzar a dar nuevos pasos junto con sus proveedores.

Objetivos muy claros

El sector del automóvil afronta años decisivos para su futuro y no se deberían escatimar esfuerzos en sumar. El mensaje parecen haberlo escuchado las empresas auxiliares del sector. La constitución de un clúster ha dinamizado las empresas y las ha posicionado en la rampa de lanzamiento para convertir a Aragón en un auténtico hub (nudo de conexión) del sector a nivel nacional, e incluso europeo. Con seis fabricantes (Ford, Seat, Nissan, Volkswagen, PSA y Mercedes) en un radio de 350 kilómetros no parece algo descabellado. Pero para ello, la interlocución entre el clúster -constituido por casi 70 empresas ubicadas en Aragón, que aglutinan a más de 10.000 trabajadores- y el grupo PSA se antoja decisiva. Porque la multinacional francesa tiene los objetivos muy claros y porque no hará nada que ponga en riesgo sus beneficios y el futuro del negocio.

En esa coyuntura, quizá le resulte más provechoso al señor Tavares contar con una excelente nómina de empresas que suministren material de calidad a su particular joya de la corona: el polo ibérico, denominación que utiliza PSA para sus fábricas de Vigo, Figueruelas y Villaverde (Madrid). Porque las empresas auxiliares serán casi tan determinantes como la firma matriz, pues la logística se ha convertido en casi la única vía para reducir costes tras los ajustes llevados a cabo en los distintos centros de producción de España. Esta estrategia de cooperación es, por tanto, más necesaria si cabe en un contexto en el que el sector afronta un punto de inflexión con la electrificación de modelos, lo que podría traducirse en la instalación de algún proveedor de PSA en Aragón.

Lambán concluyó la semana pasada su periplo por China, y no desaprovechó la oportunidad para visitar en Shanghai la sede de DLG Energy, una de las principales compañías chinas de fabricación de baterías. De hecho, el gigante asiático concentra el 60% de la producción mundial. Pues bien, el presidente de DLG ha confirmado que en el 2019 visitará Aragón para comprobar las potencialidades y oportunidades que tiene la comunidad en este sector.

DGA, Universidad de Zaragoza, Opel España, auxiliares del automóvil y centros de investigación deben remar en una sola dirección.