La última reunión entre los trabajadores del autobús urbano de Zaragoza y la concesionaria de Avanza no ha registrado grandes progresos, al menos no los suficientes para que se desconvocara la huelga aprobada por la plantilla en el referéndum celebrado el jueves. La protesta consta de paros parciales, de 8 a 10 de la mañana y de 20 a 22 horas, a partir de hoy y durante cuatro fines de semana consecutivos.

El Ayuntamiento de Zaragoza ha fijado un servicio mínimo los sábados del 61% para la franja horaria de la mañana y del 46% en la de tarde-noche. Los domingos se establece un servicio mínimo global del 53% para el paro matinal y del 52% para el vespertino. El decreto especifica que las expediciones iniciadas a la hora de inicio de los paros realizarán su trayecto completo hasta el final de la línea.

Por otro lado, la reunión entre los trabajadores y la empresa del tranvía de Zaragoza finalizó sin acuerdo, por lo que se mantendrán los paros de media hora en las horas punta, de 8.30 a 9.00, de 14 a 14.30 y de 19.30 a 20.00 horas los días laborables.

Desde Los Tranvías de Zaragoza piden un «ejercicio de responsabilidad» al comité de empresa, tras dos meses fallidos de reuniones en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA). Aseguran que algunas de sus pretensiones están «fuera de la realidad», y critican que el comité de empresa mantenga las mismas reclamaciones que hace dos años, mostrando «una nula voluntad negociadora».

«La intransigencia y el despotismo de esta empresa no tienen parangón y las estrategias de la dirección en seguir demorando la solución a este conflicto nos llevan a un punto de difícil retorno», contestaron desde el comité de trabajadores, donde recuerdan «que se nos prometió que llegaríamos a ganar lo mismo que un conductor de autobús urbano y se nos pidió paciencia y colaboración, pero la falta de reconocimiento a nuestro trabajo es notoria».