La huelga de autobuses urbanos fue seguida por alrededor del 86% de los conductores convocados a ella, promediando las cifras del comité de empresa (un 90%) y Avanza, con un 83%, con tres décimas menos en talleres. Una cifra alta con la que la empresa se mostró «sorpendida», dado que en la votación de anteayer, en la que se aprobaron los paros, estos recibieron el apoyo de solo el 52,9%. Y sin contar que solo algo más de la mitad de la plantilla se molestó en votar, tras la fallida reunión en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA).

La huelga, en cualquier caso, no causó grandes inconvenientes, de hecho pasó bastante desapercibida para los usuarios. En su mayoría, según los consultados, ni sabían que estaba convocada ni la estaban notando. «Los fines de semana siempre funciona mal, el mío está tardando como siempre», explicaba Isabel, esperando la línea 51 en el paseo Pamplona.

Eran las 15.00 horas, aparentemente la hora más complicada ayer, por los desplazamientos hacia la Romareda. Pero al parecer muchos habían optado por el tranvía, o por el paseo, dado el buen tiempo, y no había mucho problema con el bus.

Gran parte de culpa de la falta de repercursión la tenían los servicios mínimos establecidos por el Ayuntamiento de Zaragoza, del 54,9% para ayer. Algo que a ojos del comité de empresa «no tiene sentido», dado que al ser sábado, y horas de poco tránsito (entre las 13.00 y las 16.00 horas), no había afecciones que justificaran tanta restricción. «El día del 8-M, laborable y con huelga del tranvía, nos marcaron un 33%», recordaban fuentes del comité.

En cualquier caso, los paros se mantienen a la misma hora para hoy. Los domingos, los servicios mínimos marcados son del 39,8%, así que es posible que la huelga se deje notar algo más, si bien el festivo también reduce considerablemente el número de usuarios afectados.