La ciudad de Huesca alberga desde hoy la segunda edición del Congreso de Gastronomía "Hecho en los Pirineos", una cita que consolida a la ciudad como capital gastronómica de los Pirineos y que se orienta a dinamizar la economía de las zonas de montaña afectadas por la despoblación.

El Congreso ha vuelto a reunir por segunda vez a productores y cocineros, empresas hosteleras y comercializadoras de ambos lados del Pirineo para intercambiar experiencias y dar a conocer sus productos y creaciones, informa la Diputación de Huesca en un comunicado.

Entre los principales ingredientes protagonistas de los cuatro días de duración de la cita está la cocina de montaña, pero también la producción agroalimentaria, la restauración de proximidad y otros proyectos singulares surgidos desde lo local.

Según los organizadores, el Pirineo es el territorio de montaña "con mayor producción agroalimentaria y diversidad existente a nivel mundial en este ámbito".

Con la vista puesta en facilitar las relaciones comerciales entre la vertiente francesa y la aragonesa, han inaugurado la cita el presidente de la Diputación de Huesca, Miguel Gracia, y el alcalde de la capital oscense, Luis Felipe, acompañados por el presidente del departamento francés de Altos Pirineos, Michel Pélieu, y el responsable de la Cámara Agraria de esta zona, Pierre Martin.

Gracia y Felipe han coincidido en destacar el papel que juega esta cita y los proyectos transfronterizos de cooperación puestos en marcha para "situarnos como centro del Pirineo y abriéndonos un mercado importante".

Al referirse al Pirineo Central, Gracia ha destacado que uno de los retos a los que se enfrentan estos territorios es "adelantarse en el ámbito movilidad" porque, según ha destacado, "tiene que existir una perfecta comunión entre el que reside aquí, el turista que viene y el transporte que va a ir a más en esta zona".

La cita combina un formato de feria agroalimentaria y de foro de debate que reúne a productores, cocineros, empresas hosteleras, administraciones locales, agentes turísticos o comercializadores de ambos lados de la cordillera pirenaica.

A todos ellos se ha referido Miguel Gracia como la "verdadera economía rural", con "empresas implantadas en el territorio y rentables porque fijan población".

Tanto el máximo responsable provincial como el alcalde de Huesca han considerado un acierto los resultados de la cooperación transfronteriza, que han permitido "aprender de la experiencia francesa en la transformación de los productos".

Para Miguel Gracia, los retos están ahora en avanzar en "un destino único con la marca Pirineos", con todo lo que eso conlleva en el mundo el turismo internacional.

En esa línea también se ha expresado el homólogo francés de Gracia en los Altos Pirineos, Michel Pélieu, quien ha hablado de la necesidad de impulsar una agrupación de colaboración "más ambiciosa" entre ambos territorios.

"Sólo así -ha añadido- podemos situarnos entre los principales destinos turísticos del mundo y estar en una mejor posición para obtener fondos europeos que nos ayuden a consolidar este espacio común como una referencia fundamental en el ámbito del Pirineo y también a mejorar las comunicaciones".