Ibercaja cerró el 2019 con un beneficio de 84 millones de euros, el doble que el registrado un año atrás gracias a la mejora de la actividad comercial, la diversificación de los ingresos, la fuerte caída de los activos improductivos y disminución de los costes recurrentes. Este último apartado explica en buena medida la mejora de resultados del pasado año, ya que en el 2018 la entidad aragonesa tuvo que hacer frente a los gastos que supuso el expediente de regulación de empleo (ERE) aplicado en el 2017 y que se cifraron en 55,8 millones. De hecho, el beneficio antes de provisiones aumentó un 9,7% interanual hasta los 326,5 millones.

La buena marcha del banco aragonés en Madrid y en la zona del mediterráneo -con un incremento del 10,6% interanual- está detrás del aumento de los recursos de clientes totales administrados, que repuntaron el 6,6% y superaron por primera vez los 60.000 millones al cierre del año, lo que supone 3.735 millones más que un año antes. Esto también fue debido a la transformación de su modelo de negocio y también a la positiva evolución de los activos bajo gestión y los seguros de vida, señala el banco aragonés.

Madrid y el arco mediterráneo (Cataluña y Comunidad Valenciana) aglutinan el 48% de las nuevas operaciones de préstamos y créditos al tejido productivo y las familias, lo que evidencia la materialización de la apuesta del banco por el refuerzo de su posicionamiento en estas áreas del país. En términos generales, Ibercaja formalizó 5.434 millones en nuevos préstamos y créditos, el 52% concentrado en empresas no inmobiliarias.

En un contexto de bajos tipos de interés, los ingresos recurrentes del banco disminuyeron un 0,6%, pero tienden a la estabilización, según apunta Ibercaja en un comunicado. No obstante, este tipo de ingresos crece el 3,8% en el 2016. Con todo, el beneficio recurrente del 2019 antes de saneamientos ascendió a a 342 millones, un 2,2% más que el año anterior, gracias a la disminución del 2,1% interanual de los gastos recurrentes.

Las comisiones han supuesto el 41,9% de los ingresos recurrentes de Ibercaja, que se cifraban al finalizar el año en 942 millones, un 0,6% por debajo del 2018.

EL BANCO SUELTA LASTRE

Por otro lado, los activos problemáticos (créditos dudosos + adjudicados) también descendieron de forma importante, en 1.124 millones, lo que equivale a un 36,9% en 2019, cifrándose el ratio de cobertura en el 51,6%.

Mientras, el ratio de mora descendió 277 puntos básicos en el año y se situó en un 4%, permitiendo que la tasa de morosidad del banco sea 80 puntos básicos inferior a la media del sector.

La generación de capital ha permitido que el coeficiente de solvencia (CET1 Fully Loaded) avance 82 puntos básicos hasta situarse en un 11,4% a finales de diciembre y el ratio de capital total (Fully Loaded) se cifre en un 15,5%. La venta a Helvetia de un 4,45% de Caser supondrá elevar en un 0,2% el ratio de solvencia CET1 Fully Loaded una vez se produzca el cierre de la transacción en el primer semestre.

Los fondos de inversión, cuyo saldo creció un 13,4% en el 2019 (1.656 millones), permitió rozar los 14.000 millones a la entidad hasta alcanzar una cuota de mercado del 5,1% (+27 puntos básicos en el año). También los planes de pensiones muestran un incremento de aportaciones brutas del 12%, que llevó el saldo gestionado hasta los 6.794 millones, un 9,5% más. Así, Ibercaja avanza 11 puntos en la cuota de mercado de planes individuales y 17 puntos en la de planes de empleo en 2019.