Ibercaja sigue deshojando la margarita sobre su salida a bolsa sin un calendario todavía claro. El salto al parqué ha ido retrasado el salto al parqué, que estaba previsto que efectuará el pasado año, al no darse las condiciones adecuadas para hacerlo por el contexto de tipos de interés históricamente bajos y la apatía del mercado bursátil ahora acentuada por el impacto de la crisis sanitaria del coronavirus. En estas circunstancias, el banco aragonés «no tiene tomada ninguna decisión firme» sobre la fecha de ejecución de este proceso, según apuntaron a este diario fuentes de la entidad.

Por imperativo legal debería materializar la entrada en bolsa antes de que acabe el año, pero desde Ibercaja no se descarta la solicitud al Gobierno de una prórroga del plazo más allá de 2020 si las condiciones del mercado hacen inviable la operación o suponen un riesgo para la valoración de sus acciones. En cualquier caso, el banco liderado por Víctor Iglesias no ha realizado de momento ninguna petición formal al respecto y asegura estar «preparado» para «darle al botón» que active el inicio de la aventura bursátil en el momento que sea propicio.

PROBLEMA ADICIONAL

Esa ventana de oportunidad se esperaba para antes del verano, entre mayo y junio, pero esa previsión ha perdido fuerza por las complicaciones surgidas en las últimas semanas a causa del coronavirus, que amenaza con provocar una ralentización económica. Esto supone un problema adicional en un mercado de por sí con escaso apetito inversor por un entorno indefinido de bajos tipos de interés.

De hecho, los seis bancos que cotizan en el Ibex han caído más de un 20% de media en bolsa en lo que va de año. «Sin el impacto del coronavirus en los mercados y en las economías, existiría una posibilidad muy alta de salir a bolsa antes del verano. Habrá que esperar a ver cómo evoluciona la situación», indican fuentes conocedoras de los planes del banco, según recoge una información publicada este viernes por Expansión.

Ibercaja contrató a finales de 2018 como asesor independiente a Rothschild. Morgan Stanley y JPMorgan actúan como coordinadores globales de la oferta y tienen la misión de ir sondeando el mercado para encontrar el mejor momento para cotizar. Bank of America Merrill Lynch y UBS serán los encargados de colocar los títulos. Desde entonces, la entidad se ha mantenido «permanentemente en contacto» con analistas e inversores para encontrar el momento propicio. Es la fórmula que ha elegido la entidad para que la Fundación Bancaria Ibercaja, que ahora controla un 87,8% del capital, rebaje su participación a menos de la mitad, tal y como fija la Ley de Cajas.

Según el citado diario económico, la entidad aragonesa ha retomado con fuerza los contactos con los inversores para intentar saltar al parqué entre abril y mayo. La intención del equipo gestor de Ibercaja y de los bancos de inversión que le asesoran en la operación sería la de estar en condiciones de aprobar el folleto el próximo mes para tratar de aprovechar la ventana de oportunidad que se abre en primavera. Si no ocurre así, la posibilidad de un prórroga cobrará más fuerza.

Ibercaja cerró el 2019 con un beneficio de 84 millones de euros, el doble que un año atrás.