La guerra interna en el PSOE por las negociaciones postelectorales con los independentistas se recrudeció este viernes por cuenta del secretario general del PSC, Miquel Iceta, que arremetió contra los barones díscolos que más se han significado contra ellas, el aragonés Javier Lambán y el castellanomanchego Emiliano García Page.

Iceta, en una entrevista en Televisión Española calificó de «inoportunas» las declaraciones de Lambán sobre ERC (en las que calificó de socio «indeseable» al partido) y del castellanomanchego Emiliano García Page, quien afirmó que no quería «vaselina» como regalo de Reyes, en referencia a las negociaciones y su posible peaje. El catalán consideró estas declaraciones impropias de líderes autonómicos y pidió «respeto» por todos los partidos.

Preguntado por ello, en la presentación de los cascos celtíberos de Aranda en el Museo de Zaragoza, Lambán afirmó que «pensaba que negarnos el derecho a opinar a los demás era algo propio de los independentistas catalanes. Pero estoy viendo que el supremacismo, por desgracia, está haciendo estragos en Cataluña».

Lambán, que anteayer había intentado refrenar sus declaraciones sobre el asunto, volvió a entrar al trapo por un partido, el PSC, que ya ha declarado en alguna ocasión que no entendía qué hacía integrado en el PSOE.

Además, el aragonés consideró que el lunes es «una fecha crucial» para la gobernabilidad de España, ante las citas de Pedro Sánchez con los líderes del PP y Cs, Pablo Casado e Inés Arrimadas, respectivamente. «Para los que pensamos que el Gobierno de España dependa de un partido independentista como ERC es una pésima noticia», explicó Lambán, la fecha es señalada porque dará a ambos partidos la oportunidad de «asumir su responsabilidad» y hacer posible la investidura del «único candidato posible», Pedro Sánchez.

Lambán animó a ambos partidos a hacerlo para prestar «un gran servicio a España» y prescindir de un partido que «en modo alguno» debe condicionar el Gobierno estatal, se reafirmó.

Tampoco García Page se mordió la lengua a la hora de replicar a Iceta, evidenciando la tensión interna que las negociaciones están generando en el PSOE. Aseguró que le gustaría que el líder socialista catalán le defendiera «ante tanto insulto y ataque» que recibe por defender la igualdad y la unidad de España.

«Sobre España hablamos todos los españoles y todo el PSOE», añadió el líder socialistas de Castilla La Mancha. «Cuando a Iceta le quitan la posibilidad de ser presidente del Senado, entonces sí vale decir que España no puede depender de los independentistas», añadió, presumiendo de su propia coherencia.

TAMBIÉN EN HUESCA

Lambán recibió ayer otra tanda de fuego amigo, por vía indirecta, con la invitación del presidente de la Diputación de Huesca, Miguel Gracia, y la federación del PSOE en general, al congreso de los socialistas catalanes. Una organización con la que Lambán mantiene una notoria tirantez en sus relaciones.

De hecho, Iceta comenzó su intervención felicitando a Gracia, y a los socialistas oscenses, por «la potencia de su organización y de su proyecto». «A veces se habla de la relación con nuestros vecinos», comenzó el secretario general del PSC, «y nuestro vecino más próximo, geográficamente hablando, son los oscenses», expuso. Precisamente en la misma jornada en la que se producía el rifirrafe dialéctico con Lambán, Iceta elogiaba a los vecinos y el PSOE del Alto Aragón se lo agradecía colgando el vídeo de su discurso en redes sociales.