La autopsia y el análisis de las huellas dactilares confirmaron finalmente que el cadáver hallado el pasado sábado por la mañana en la presa de Pina de Ebro corresponde a Seveldino Gargallo, el vecino de 81 años desaparecido hace dos semanas en el zaragozano barrio de La Almozara. El cuerpo no presentaba signos de violencia, por lo que la causa probable de la muerte es la combinación de la hipotermia y el ahogamiento. Su familia se hizo ayer cargo de los restos mortales para el entierro.

El cuerpo fue encontrado a primera hora del sábado por un trabajador de la presa, y desde el primer momento todo hacía indicar que se trataba del hombre, pero no fue hasta anteayer por la tarde cuando pudieron obtener una huella dactilar fiable con la que determinar su identidad.

El hombre, viudo, faltaba de su casa al menos desde la mañana del sábado 25 de noviembre, cuando su hijo y amigos le echaron de menos, ya que le veían a diario. Con esta información, la Guardia Civil y los forenses calcularon que, por el ligero estado de descomposición del cuerpo, las fechas podrían corresponder. Como lo hacía la ropa y, a modo de indicio, un tíquet de supermercado del barrio de La Almozara. Sin embargo, el hombre había salido de casa sin documentación y no se pudo acelerar la identificación por esa vía.

Ahora queda por conocer la identidad del otro cuerpo aparecido la semana pasada también en la presa de Pina, y que oficialmente sigue sin conocerse. En un principio ya se barajó que pudiese tratarse de Gargallo, pero el estado del cadáver descartó la posibilidad, ya que llevaba más tiempo fallecido que el vecino de La Almozara. La Guardia Civil sigue tratando de determinar quién es la víctima.