La mesa de contratación de la sociedad Ecociudad rubricó ayer el final esperado al culebrón sobre el mantenimiento de la planta de depuración de La Almozara y un contrato que el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) quiso municipalizar en una cruzada contra la actual contrata, Drace, que se ha visto derrotada en la puja por otra competidora, la unión temporal de empresas Ideser, tras la que se encuentra la firma Aguas del Mediterráneo. Esta será, salvo que se presenten recursos y estos prosperen, la próxima gestora del servicio, que seguirá externalizado durante al menos los próximos dos años (caben dos prórrogas) y que ha abaratado el presupuesto de licitación, de 1,59 millones de euros, en un 12,1%. El coste será de 1,4.

La adjudicación será definitiva cuando la UTE presente toda la documentación en el plazo de una semana y, aparte de lanzar la posible municipalización al 2019, pone fin a un concurso público que ha sido convulso desde el inicio. Con la oposición acusando al Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) de demorar la aprobación de los pliegos y la licitación, pero que también lo fue después, después de que ayer mismo se tuviera que excluir a la oferta más ventajosa económicamente, la de la empresa Facsa, que había ofrecido gestionarlo por 1,21 millones, un 23,9% más barato. Se le consideró una baja temeraria al no haber acreditado suficientemente su oferta.

Así que, con Facsa ya fuera de la puja, solo cuatro empresas quedaban en liza tras la valoración técnica y económica de sus ofertas: la ganadora, Ideser (77 puntos de valoración), la UTE Joca Tedagua (75,5), la propia Drace (75,2) y Aguas de Valencia (75). Cuatro licitadores en apenas dos puntos de diferencia, circunstancia que preocupa por la posibilidad de que se recurra la decisión al Tribunal de Contratos.

No tanto porque se esclarezcan las discrepancias que puedan plantearse sino porque demorar tanto la adjudicación definitiva que el acuerdo con los actuales gestores, Drace, para que permanezcan hasta tres meses en la planta hasta que se haga la transición a la nueva contrata puede acabar siendo insuficiente.