Después de 17 años cerrada al público por obras, la zaragozana iglesia parroquial de la Magdalena reabrirá sus puertas este domingo a las 12.00 horas en una ceremonia especial que presidirá el Arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez Zamora.

La consagración del altar marcará la reapertura del templo, tras una intensa restauración en la que se han invertido 4,4 millones en actuaciones que se han prolongado casi dos décadas, tanto en el exterior como en el interior del edificio, que estaba gravemente afectado por las humedades.

En un encuentro en el propio templo este miércoles con los medios de comunicación, el vicario general de la Archidiócesis de Zaragoza, Manuel Almor, ha celebrado la reapertura de este "referente espiritual" y sede durante más de ocho siglos de la conocida como parroquia del 'Gallo'.

"La Magdalena ha sido como un centro espiritual y un referente para mucha gente", ha subrayado el vicario general, quien ha explicado que volverán a celebrarse de modo habitual los sacramentos del bautismo, la reconciliación y el matrimonio.

Almor ha expresado su alegría y satisfacción porque la iglesia vuelva a ser después de tantos años la sede de sus parroquianos, "ansiosos" por volver a este lugar de referencia.

A partir del domingo se retomará la actividad de esta iglesia parroquial de estilo mudéjar ubicada en el barrio zaragozano de La Magdalena, de la mano del párroco Juan Espallargas y con dos eucaristías diarias y hasta cuatro celebraciones los domingos y los festivos.

"Volvemos a una casa arreglada, limpia, bella y abierta", ha celebrado el párroco, a cargo de esta comunidad desde 1977.

Los interesados en visitar el templo y su también restaurada torre mudéjar tendrán que esperar hasta después de la Semana Santa, a través de las visitas organizadas por el Alma Mater Museum del Arzobispado.

Antes, durante el mes de marzo, se pondrá en marcha un ciclo de conferencias a cargo del equipo de arquitectos y arqueólogos que ha hecho posible la restauración.

Un largo proceso que ha contado con la financiación del Arzobispado, que ha asumido casi un 45 % de los 4,4 millones, del Gobierno de Aragón (30,3 %), del Ministerio de Fomento (16,8 %) y de la Obra Social de la antigua CAI (8,2 %).

La Magdalena ha permanecido cerrada desde los comienzos de su restauración en el año 2002 y, tras las dos fases de trabajos en el exterior, ha enfrentado su última etapa de saneamiento en el interior.

Tal y como ha explicado el arquitecto Fernando Aguerri, en la restauración se asumieron dos grandes retos: un problema de cubiertas y de estructura aéreas y otro de humedades en el subsuelo y las partes bajas.

Y es que, con más de 2.000 años de historia enterrada, los restauradores han encontrado el alminar de la antigua mezquita que allí se ubicaba, hallazgos de época romana, así como la necrópolis cristiana que se estableció dentro del templo, bajo el cual descansan restos óseos de casi 400 cuerpos.

"En los siglos XVII y XVIII se da el uso en la península de las iglesias como cementerios masivos", ha explicado el arqueólogo Salvador Melguizo, quien ha podido estudiar junto a su equipo algunos de los rituales funerarios más habituales de la época.