Los vecinos de Sádaba arroparon ayer la llegada de las campanas de la iglesia, que han vuelto al templo después de ser rehabilitadas. El evento ha causado mucha expectación, ya que las seis piezas se bajaron del campanario el pasado 10 de mayo, una circunstancia histórica que no se repetía en el municipio desde hacía más de 60 años. Por el momento, se han instalado en la capilla de la Virgen del Rosario del templo sadabense, para que la gente pueda verlas, «han quedado preciosas», decían algunas vecinas congregadas en torno a ellas, apreciando el cambio de color que han experimentado.