En el ecuador de la campaña electoral, los principales candidatos alertaron ayer de las consecuencias de una victoria del PP en Aragón en las legislativas del 14-M, ya que ello supondría un respaldo ciudadano al trasvase del Ebro. No obstante, PSOE, PAR, IU y CHA confiaron en que los electores ratificarán en las urnas el "no" al trasvase, en sintonía con las manifestaciones multitudinarias de los últimos tres años.

Un reflejo del aislamiento que sufre el PP en esta campaña se visualizó ayer en la celebración de la Cincomarzada en el parque del Tío Jorge de la capital aragonesa, al que acudieron los candidatos de todos los partidos, salvo los populares. Antes de iniciar una visita a la fiesta, el presidente aragonés, Marcelino Iglesias, dijo estar "muy satisfecho" con el desarrollo de la campaña e insistió en que "no se puede votar a favor del trasvase". Y pidió a los electorales: "Imaginen el cataclismo que se produciría el 14 de marzo si Aragón votara a favor del trasvase". Pero se mostró "absolutamente convencido" de que la gente es "sensata, razonable y coherente y los que han dicho que no al trasvase lo van a seguir diciendo con su voto".

José Antonio Labordeta, candidato de CHA al Congreso, denunció el intento del PP de "invadirnos con nocturnidad y alevosía para llevarse el agua a otras tierras". "Hay que defender este territorio como lo defendieron nuestros antepasados en la lucha contra los carlistas".

El presidente del PAR, José Angel Biel, recalcó: "Si el voto es mayoritario a favor del PP estaríamos legitimando en Aragón el trasvase", algo que llevaría a sacar conclusiones y "cambiar estrategias", indicó el líder del PAR.

El candidato de Izquierda Unida al Congreso, José Manuel Alonso, hizo un llamamiento al voto de los abstencionistas.