El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, mantuvo el pasado viernes una conversación telefónica con José Luis Rodríguez Zapatero para convencerle de la necesidad de mejorar las cuentas de la comunidad autónoma en los Presupuestos Generales del Estado para el 2005. Tras este contacto, fuentes próximas a Iglesias aseguraron a este diario que la DGA es optimista con la posibilidad de aumentar las inversiones.

Además, el jefe del Ejecutivo aragonés también habló con la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y con el portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Alfredo Pérez Rubalcaba. A ambos les manifestó la necesidad de acometer en Aragón determinadas actuaciones que no se han contemplado en los presupuestos, sobre todo en departamentos como Medio Ambiente, Agricultura y Obras Públicas (especialmente el cuarto cinturón y el plan de riberas, ambos en Zaragoza capital).

El Gobierno central y el aragonés volverán a sentarse el próximo martes en torno a una mesa de negociación después del castigo inversor que ha sufrido la comunidad en el proyecto de ley de los presupuestos generales del Estado del 2005, en el que ha descendido el gasto en torno al 25%.

En la agenda de la reunión figura el traspaso de las competencias de Justicia y los más de 340 millones de euros que la comunidad ha dejado de recaudar por las modificaciones que el anterior Ejecutivo del PP realizó unilateralmente en tributos cedidos a la comunidad autónoma. La adscripción a Aragón de una unidad de la Policía Nacional y los casi 40 litigios que ambos Gobierno mantienen vivos también forman parte de las prioridades.

CUESTIONES POR DILUCIDAR Así las cosas, el vicepresidente, José Angel Biel, --que presidirá la delegación aragonesa-- y el consejero de Economía, Eduardo Bandrés, trasladarán al titular de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, el listado de asuntos pendientes.

Los actuales responsables del Pignatelli conceden mucha importancia al desbloqueo de la comisión bilateral entre ambos Gobiernos, cuya reactivación fue acordada en la cumbre de julio en la Moncloa entre José Luis Rodríguez Zapatero e Iglesias.

Y es que este órgano bilateral, que fracasó en la anterior legislatura por la falta de interés del Gobierno de José María Aznar, está llamado a ser el principal foro de diálogo y discusión de aquellos contenciosos que alteren las relaciones de ambas Administraciones.

Fuentes del Gobierno aragonés confían en que la cumbre del martes sirva para encarrilar el traspaso de las competencias de Justicia y también para sentar las bases del futuro convenio sobre la unidad policial, que se prevé complejo.

En el tema de la merma en la recaudación de impuestos en la comunidad autónoma, admiten las mismas fuentes, es más complicado alcanzar algún tipo de acuerdo. Desde el Gobierno aragonés no se descarta, sin embargo, que del encuentro en Madrid pueda surgir algún acercamiento concreto en otras materias tratadas.