La celebración de la próxima cumbre hispano-francesa en Zaragoza en otoño es "un acto muy simbólico, pero al mismo tiempo muy importante y no es casual", aseguró ayer el presidente aragonés, Marcelino Iglesias.

Iglesias agregó que la elección de Zaragoza para albergar esa cita al más alto nivel entre ambos países, la primera de esas características a la que acudirá el nuevo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, pone de manifiesto que la conexión de Francia y España a través de los Pirineos es una prioridad y "soy muy consciente" de ello, señaló.

El presidente aragonés realizó estas declaraciones antes de presidir la investidura del nuevo rector de la Universidad de Zaragoza, y se refirió al "nuevo clima" que hay en estos momentos entre España y Francia, de "más proximidad y entendimiento", y que permite avanzar en el impulso a los grandes proyectos transfronterizos. Iglesias pudo comprobar recientemente, durante su entrevista en París con el ministro francés de Transportes, que el Gobierno galo mantiene su compromiso con la construcción del túnel ferroviario de baja cota a través del Pirineo Central, aunque se muestra escéptico con la reapertura del túnel del Canfranc.