Norbert Feher, alias Ígor el Ruso, ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Teruel a 21 años de cárcel por intentar matar a tiros el 5 de diciembre de 2017 a dos vecinos de Albalate del Arzbobispo en un masico propiedad de uno de los dos heridos. Afrontaba inicialmente casi 23 años.

Los magistrados le imponen 9 años de cárcel por cada uno de los dos homicidios en grado de tentativa más otros tres por tenencia ilícita de armas. Tienen en cuenta que hubo un peligro inherente al intento de homicidio y que si Ígor el Ruso no obtuvo el resultado buscado fue por circunstancias ajenas a su voluntad. Además, tendrá que indemnizar a los dos perjudicados con 82.618,76 euros y 26.605,99, respectivamente, así como al Salud con la cantidad de 7.596,59 euros por los gastos sanitarios.

El abogado defensor Manuel Zapater estudia si formula o no recurso contra el fallo de la Audiencia, al entender que el tribunal turolense podría haber rebajado aún más la pena impuesta atendiendo a que Feher reconoció los hechos desde el primer momento, nada más ser detenido el 15 de diciembre de 2017, tras el triple crimen de Andorra, cuando acabó con la vida de dos agentes de la Guardia Civil y del ganadero José Luis Iranzo.

Ígor el Ruso ha recibido la sentencia en la prisión de Teixeiro, donde fue trasladado el pasado viernes. Allí espera a que se señale el juicio,Allí espera a que se señale el juicio, previsiblemente en privamera, por los tres asesinatos de Andorra.

Este hombre fue condenado a cadena perpetua por dos asesinatos en Italia.

Relato de hechos

En la tarde del día 5 de diciembre de 2017, Feher entró para robar en la casa de campo o masico de Manuel Andreu en el paraje Zuera del término municipal de Albalate del Arzobispo(Teruel), partido judicial de Alcañiz, alejada del núcleo urbano y ubicada en una zona de huertos y campos de cultivo. Instantes después, una vez entrada la noche, el propietario, acompañado del cerrajero Manuel Marcuello acudieron al lugar.

Andreu estacionó su coche en una explanada de tierra en el lado izquierdo de la casa manteniendo las luces delanteras encendidas para poder ver la puerta de entrada, dirigiéndose a la misma, en primer lugar, el cerrajero. Una vez llegó a la puerta de entrada, escuchó ruidos procedentes del interior del inmueble, por lo que Marcuello espetó: “Quién anda allí”; momento en el que Ígor el Ruso salió al exterior tras retirar la persiana de tiras, portando vestimenta militar así como un arma de fuego en su mano derecha (pistola marca Beretta, modelo 98 FS, del calibre 9x21 mm). En ese instante, Marcuello, que estaba frente al procesado se abalanzó sobre Feher, quien, con intención de acabar con la vida del cerrajero, disparó un tiro cuyo proyectil impactó en su codo izquierdo, recuperándose el casquillo en una maceta situada en el lado derecho del porche, junto a la pared de la vivienda, a 100 centímetros del marco de la puerta de entrada.

Tras el disparo, ambos cayeron al suelo y hallándose Marcuello sobre el procesado, protagonizaron un forcejeo, hasta que el cerrajero, exhausto, se apartó marchándose a la carrera del lugar, circunstancia que aprovechó el investigado para realizar un segundo disparo cuyo proyectil no le alcanzó.

Entretanto, el dueño del masico se hallaba de pie, junto al lado izquierdo del vehículo. Así las cosas y una vez que Marcuello abandonó el lugar por el lado izquierdo del inmueble, el procesado se

percató de su presencia, lo que motivó, guiado por el mismo ánimo de matar, que disparase, dos veces, en dirección al lugar donde se hallaba Andreu, habiendo entre ellos una distancia de más de 50 cm y menos de metro y medio.

El proyectil del primer disparo impactó en el compartimento del motor del vehículo a motor, atravesando la chapa y cortando parcialmente el cable de la batería del vehículo. El segundo alcanzó a Andreu cuando estaba ligeramente agachado penetrando por el hemitórax izquierdo y saliendo la bala por el hipocondrio derecho.

Ígor el Ruso el procesado huyó amparándose en la oscuridad de la noche y en la condición rústica del terreno con nulo trasiego de paseantes. Nueve días después cometió el triple crimen de Andorra.