Norbert Feher, el criminal serbio que asesinó el pasado mes de diciembre en Andorra (Teruel) dos guardias civiles y un ganadero, padece trastornos bipolar, paranoide y disocial de carácter grave, aunque es capaz de disimularlos y se muestra "correcto y educado".

Estas son algunas de las conclusiones reflejadas en el informe psiquiátrico realizado a Feher por dos especialistas del Instituto de Medicina Legal y Forense (IMLA) que se desplazaron a finales del pasado mes de julio a la prisión de Zuera (Zaragoza) para evaluar la conducta y el trasfondo psicológico del presunto asesino.

El informe, una hoja escrita a mano durante la evaluación a la que ha tenido acceso Efe, también aprecia en la conducta de Feher un "delirio mesiánico", un trastorno que, según los experto, que altera la percepción de la realidad del paciente y que le lleva a la convicción de que tiene una misión superior que cumplir.

Las expertas señalan que Feher, "desde un ingreso (en prisión) permanece aislado, rechaza la comunicación, es desconfiado y es capaz de encapsular (disimular) su psicopatología".

Destaca el informe que a pesar de sus trastornos, el criminal serbio tiene una "nula conciencia" de su enfermedad y rechaza cualquier tipo de tratamiento, lo que lleva a las especialistas a afirmar que tiene un pronóstico clínico "malo, sin facilitad para tratar y controlar su psicopatología".

Las especialistas aseguran que Feher no sólo asegura conocer los hechos que se le imputan, sino que "asume su responsabilidad y sus consecuencias".

También aprecian una inteligencia alta en el acusado, así también como desinhibición, disforia crónica (estado depresivo) y desconfianza generalizada hacia las personas que le ha llevado a aislarse desde su ingreso en la cárcel.

El informe concluye en relación a Feher que "dada su capacidad intelectual alta, la gravedad de alteraciones de conducta a lo largo de su biografía y la cronicidad de sus síntomas, no es fácil que responda a un tratamiento médico".

Con carácter previo a la evaluación, las psiquiatras indican en su escrito que antes de la entrevista, Norbert Feher solicita ser visto por un capellán y refiere no disponer de sus gafas para poder leer.

Este documento fue remitido a la instructora del caso junto a un escrito firmado el mismo día por el subdirector médico de la prisión de Zuera en el que refiere antecedentes de dependencia del alcohol en Feher así como gastritis crónica.

Afirma este responsable médico respecto al procesado que "ha presentado desconfianza a los profesionales, manteniendo una actitud de autoaislamiento, de reclusión en su celda de forma voluntaria y ocupando su tiempo en la lectura de la biblia y cómics".

Añade, sin embargo, que desde comienzos del pasado mes de mayo, Feher abandonó su "actitud de autoreclusión", y confirma, además, su rechazo a ser tratados sus trastornos con fármacos.

Un experto psiquiatra consultado por Efe precisa que el trastorno bipolar lleva al enfermo a padecer alteraciones anímicas desde la euforia hasta la depresión.

Ha añadido que el trastorno paranoide supone una visión deformada de la realidad que hace que el paciente se sienta perseguido o acosado por otras personas, mientras que el disocial le lleva a quebrantar los patrones sociales de convivencia.