Los grupos municipales del Ayuntamiento de Zaragoza se recrearon ayer en la complicada emboscada en la que se ha convertido el informe provisional de la Cámara de Cuentas de Aragón sobre la fiscalización del presupuesto municipal del 2011. Para el Gobierno de la ciudad, cuestionado y en entredicho por la acusación de un desfase en su contabilidad de más de 355 millones de euros, y para el órgano de fiscalización, señalado de nuevo ayer por el consistorio como responsable de una filtración que acarrearía "responsabilidades disciplinarias y penales".

Y, además, de forma inmediata si se confirman las "pruebas" que dijo tener el vicealcalde Fernando Gimeno, que vendrían a demostrar, según dijo, que se hizo desde la Cámara. Y con el PP municipal y su portavoz, Eloy Suárez, como colaborador necesario. Así lo apuntó después de aseverar que, a falta de uno, ahora son dos los informes pululando por la ciudad. Una acusación grave a una institución joven con la que Gimeno se ofrecía a colaborar por "lealtad" después de acusarle de no haber respetado la "confidencialidad, sigilo y reserva" exigidos por ley.

Más nubarrones sobre un "protoinforme", como lo calificaba el portavoz de IU, José Manuel Alonso, por no ser definitivo, que estuvo ayer enmarcado en una discusión más dantesca que "kafkiana", como reiteraba Carmelo Asensio, de CHA, sobre todo después de que Jorge Azcón, edil del PP, pusiera la guinda al show insinuando que "igual lo ha filtrado Gimeno". La sensación que deja es que esto solo puede culminar de dos maneras: o concluyendo que el ayuntamiento estaba al borde de la quiebra técnica y lo maquilló engañando a todos, o que en la Cámara de Cuentas hay barra libre de informes que circulan libremente antes de cocinarse y a gusto de quien más rédito le pueda sacar.

Ambas conclusiones sobrevolaron el salón de plenos, mientras el contenido de ese informe casi pasa inadvertido, por aquello de que nadie puede hablar de él. Todos salvo el PP y el edil Jorge Azcón quien, al grito de "deténganme", fue el único que se refirió --"a riesgo de que entren por la puerta los hombres de Harrelson", se burló-- a las cifras que Luis Rufas de Benito suscribe. Otra vuelta de tuerca, mientras las cifras del informe y su autor parecen un tema tabú. ¿Alguien da más?