La talla de la Virgen del Pilar existente sobre la columna que culmina la cumbre del Moncayo, de más de 2.300 metros de altitud, apareció vandalizada el pasado día 15 de agosto.

Un grupo de excursionistas denunció que la figura no estaba en su pedestal, sino que había sido arrancada y se hallaba descabezada y rota en varios trozos desperdigados por la cima.

Fuentes del Centro de Estudios Borjanos, que ha presentado una denuncia por este atentado contra el patrimonio religioso de la comunidad, señalaron que no se trataba de un hecho que pudiera atribuirse a un fenómeno natural, como un rayo o el viento huracanado que a veces sopla en el techo del Moncayo, la montaña más alta del Sistema Ibérico.

Fueran quienes fueran los autores de este acto de gamberrismo, lo cierto es que causaron graves daños a la imagen, que de hecho ha tenido que ser ensamblada de nuevo y vuela a colocar en su lugar.

Miembros de un centro excursionista de Tarazona manifestaron que no se trata de un suceso excepcional, sino que se viene repitiendo desde hace unos 20 años por parte de grupos que buscan sembrar la discordia atentando contra un símbolo de Aragón.

Curiosamente, el sistema de arremeter contra obras de carácter religioso tiene otros ejemplos. El 1 de octubre del 2018, coincidiendo con el aniversario de la celebración de la consulta ilegal para la independencia de Cataluña, la cruz existente en la cima del Aneto, de 3.404 metros de altitud, apareció pintada de color amarillo, el color con el que los soberanistas reivindican el derecho de autodeterminación.

REINCIDENCIA

Esta cruz, al igual que ha ocurrido con la imagen de la Virgen del Pilar, tuvo que ser devuelta a sus condiciones originales, por más que el riesgo siempre existe de que se vuelvan a repetir estos hechos de vandalismo contra símbolos religiosos.

La denuncia interpuesta por el Centro de Estudios Borjanos dará lugar a una investigación para averiguar la identidad del autor o autores del acto vandálico. Sin embargo, las pesquisas se encuentran con grandes dificultades.

Estos días de verano, la cumbre del Moncayo es un lugar muy visitado, pues se trata de una cima fácilmente accesible para personas medianamente preparadas. De hecho, de no haber testimonios directos sobre la autoría del hecho, resultará muy difícil determinar quién y cuándo llevó a cabo la acción.

En cualquier caso, la imagen rota fue repuesta en su columna el día 18, o sea, solo tres días después de que se diera la alarma al encontrársela desmembrada un grupo de excursionistas.