La juguetera aragonesa Imaginarium sigue dando pasos para reflotar su actividad y recuperar el brillo perdido en los duros años de crisis, que pusieron en un brete a la compañía. La empresa ya da por culminado el proceso de reestructuración aplicado desde hace dos años tras el cambio en la propiedad y gestión, que ahora capitanea el abogado costarricense Federico Carrillo Zurcher. Los esfuerzos se centran ahora en relanzar el negocio con una nueva estrategia de trabajo con la que, entre otros medidas, se ha transformado el modelo de tiendas. Sin embargo, el regreso a la senda de los beneficios se retrasará al 2020, ya que las cuentas del presente ejercicio fiscal serán otra vez negativas por octavo año consecutivo. En el primer semestre (entre los meses de febrero y julio), las pérdidas ascendían a 4,4 millones de euros.

«Este año todavía no hemos logrado alcanzar el nivel de equilibrio, pero nos encontramos en una situación muy diferente porque ya no estamos en medio de una reestructuración», explicó Carrillo. La apertura de nuevas tiendas está en los planes de futuro de la empresa, algo que prevé comenzar a hacer el próximo año, aunque el consejero delgado prefiere no dar cifras de momento. «Dependerá de la capacidad de caja y de cómo vaya la campaña de Navidad», apuntó.

Actualmente cuenta con 130 establecimientos —llegó a tener 360 en los mejores tiempos—, de los que 35 son a través de franquicias. Este número se ha mantenido a lo largo del último año, aunque ha sumado 10 espacios en México dentro de los grandes almacenes Palacio de Hierro.

VALOR DE LA MARCA

Curadas las heridas, el nuevo equipo gestor centra ahora sus esfuerzos en volver a ganar presencia en las calles y convencer a los consumidores del valor de sus juguetes para lograr la felicidad de los niños y contribuir al desarrollo de sus capacidades y habilidades. «Se trata de entregar valor al cliente para que haya más demanda potencial», explicó. Para cumplir con esa misión, la compañía está siguiendo una estrategia basada en optimizar de la forma de trabajar, lo que ha conllevado el impulso de acciones para recuperar el valor de la marca. «Somos el antídoto frente al abuso de las pantallas digitales», recalcó.

También se ha actualizado el catálogo de productos para que sea «útil, exclusivo y novedoso», destacó Carrillo. Imaginarium afronta esta Navidad con casi 200 novedades. Otro cambio es la transformación de las tiendas para convertirlas en puntos de experiencia e interacción, un modelo de espacios de juego que además quiere implantar dentro de hospitales, escuelas infantiles o residencias de mayores. De hecho, ya ha creado uno en un centro de la Fundación Rey Ardid. Otra novedad es el impulso del comercio electrónico, que ahora está integrado en la estructura de las tiendas físicas, lo que permite recoger pedidos en las mismas.

Imaginairum se encuentra inmersa en plena campaña de Navidad, la más importante del año para el sector de juguetes. Las expectativas son alta tras el éxito del Black Friday, en el que sus ventas crecieron un 65% respecto al año anterior. En paralelo, la empresa estudia abandonar la bolsa, donde cotiza en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB).