Algunas intervenciones en la jornada de ayer pudieron la vista mucho más allá del 2030 que fija la Estrategia del Gobierno de Aragón, animando a anticiparse, en la medida de lo posible, a los profundos cambios que ya se están desarrollando y que pueden dejar obsoleta cualquier planificación que se haga con criterios actuales.

De esta mirada de futuro se ocupó por ejemplo Jorge Barrero, de la fundación para la innovación Cotec, quien hizo hincapié en los tres grandes flujos de cambio que analizan: la información analógica a la digital, de la materia y energía lineal a la circular (reaprovechamiento) y del capital material a inmaterial, pues, como explicó, el PIB ya no es una herramienta real de medición de la riqueza, que cada vez depende de más magnitudes de conocimmiento y tecnología que no sabemos medir. Puso como ejemplos una planificación ganadera en un mundo en el que quizá en no tanto tiempo las proteína se obtenga de carne artificial (u otros métodos) o de una gestión del tráfico cuando en breve podríamos viajar en coches automáticos, voladores o sin coches.

Los cambios profundos de paradigmas son objeto también de las investigaciones en sistemas complejos de Yamir Moreno, de la Universidad de Zaragoza, que recordó que la institución lidera la investigación en estos sistemas que pueden ser herramienta fundamental para los gobernantes a la hora de adoptar decisiones en su planificación.