Ramiro I, primer Rey de Aragón y fundador de la dinastía que gobernó esta tierra desde mediados del siglo XI hasta comienzos del siglo XV, cuando su desaparición obligó a celebrar el Compromiso de Caspe. Con este curso quien escribe pasaba la frontera de los diez años dirigiendo este ciclo dedicado a estudiar los orígenes de la historia del reino aragonés, que este año contó con una notable respuesta aunque solo se cubrieran 25 plazas y quedaran fuera más de 30 alumnos, para que nadie se sintiera incómodo, nadie asumiera ningún riesgo y todo funcionara con esos rigurosos protocolos -mantenidos prudentemente en la residencia de la Universidad de Zaragoza- con los que nos debemos acostumbrar a actuar.

Comenzó con un recorrido detallado y documentado por la persona y el reinado de Ramiro I, a cargo del profesor Roberto Viruete, que dedicó su tesis doctoral a este monarca. Se analizó en profundidad el complejo mundo de las relaciones familiares de Ramiro con sus hermanos y con otros reinos hispanos y francos, por el profesor Armando Serrano que ofreció muchas pautas para estudios posteriores señalando la profunda vinculación de ambos lados del Pirineo. El profesor Fernando Alvira aportó la imagen gráfica que nos ha quedado de esta familia real, sus retratos, y las recreaciones de los acontecimientos más importantes de su reinado, plasmados a partir del siglo XIX en la pintura de Historia.

La catedral de Jaca

Era muy importante averiguar lo que supuso este reinado y analizar cómo creó este monarca todos los iconos del poder, las imágenes que definirían al reino comenzando por la propia catedral de Jaca que inicia Ramiro I como quedó claro en las intervenciones de los profesores Gerardo Boto, de Gerona e Isidro Bango. El profesor Boto estudió y aportó novedosas valoraciones al respecto de cómo se configuraba la imagen el rey y de la reina en ese siglo XI, cuál era el modo en el que se planteaba la explicación de su condición real y poder. El catedrático Bango, de Madrid, presentó en el curso la primicia de lo que es su nuevo libro sobre Ramiro I y la catedral de Jaca que defiende la tesis de que fue fundada por este monarca. Analizó las viejas objeciones, demostró su inconsistencia y aportó referencias documentales y arqueológicas que datan a la catedral jaquesa en los primeros años de la década de 1060. El profesor García Omedes, al hablar de los castillos que se levantan en la frontera con el mundo musulmán, fue analizando cómo se edificaron las torres que albergaron las nuevas autoridades, el modo en el que la nobleza comenzó a vivir en ellas, y cómo determinan la expansión militar dado que vemos que abundan en la zona del Cinca, la zona donde Ramiro I encontró la muerte en el cerco de Graus de 1064, cuando un musulmán disfrazado de cristiano le clavó un cuchillo por el ojo.

Era necesario ver también cómo vivían las gentes, cómo eran sus pueblos. De ello habló el profesor Navarro López qué analizó yacimientos arqueológicos porque más de un 40% de aquellos pueblos han desaparecido, quedando sólo su recuerdo en topónimos y leyendas. Al intento de saber cómo pasaron sus días aquellos primeros aragoneses nos acercaron dos conferencias, siendo la primera la del profesor Ángel Gari que habló de la brujería en aquellos momentos, del papel de la mujer, de la presencia del demonio, de sus lugares de reunión y de la conexión total entre esta vertiente aragonesa y la del sur de la actual Francia. Junto a su descripción de las claves del miedo y la esperanza en los valles pirenaicos, el profesor Carlos Garcés propuso un análisis exhaustivo sobre las leyendas de ese tiempo, muchas de las cuales acabaron formando los emblemas que exhibe el escudo de Aragón.

Parte importante ha sido la dedicada a la gastronomía en tiempos del reinado de Ramiro I. La profesora Carmen Abad explicó sus notables investigaciones sobre modos de comer, productos, uso de la mesa, y los problemas de salud en función de la alimentación. La comida y la lucha contra la enfermedad se daban la mano como explicó el profesor Luis Ángel López, maestro panadero de Almonacid, de reconocido prestigio en el mundo de la recuperación de productos y sabores del pasado, al presentar la cata con unas empanadillas rellenas de queso, huevos y plantas aromáticas, llamadas Flaones y que cita el Cantar del Cid. Luego, un postre musulmán que bautizó como Tuyibí en honor del Reino de Zaragoza y el famoso y digestivo vino especiado, endulzado con miel y quemado, que bebió este rey y que era conocido como Hipocrás. Terminó la excepcional lección-cata de alimentos con la degustación de un licor, llamado Benedictus, recuperado de viejos recetarios monásticos y hecho solo con hierbas de la pradera de San Indalecio de San Juan de la Peña.

El curso concluyó con el estudio de las actas del concilio de Jaca por Domingo Buesa, demostrando que fue una reunión de la curia real para organizar la diócesis, marcar las empresas militares del Cinca y construir la catedral. Esta charla, (destinada al ciclo de las que la universidad imparte en el Salón de Ciento del Ayuntamiento de Jaca y que este año no se ha visto oportuno celebrar) explicó la importancia de la celebración del IX Centenario del concilio y de la catedral de Jaca que creó en 1963 el día de la provincia, el día de la Jacetania, el Instituto de Estudios Pirenaicos y el Festival Folclórico de Jaca. Se explicaba así la enorme importancia de los estudios científicos de Historia para generar progreso, para hacer posibles nuevas realidades económicas y asentar la voluntad de construir futuro para nuestra sociedad. Tras la conferencia se clausuró el curso con un breve y aplaudido concierto del académico y canónigo Jesús Lizalde en el restaurado órgano de la catedral de Jaca, y una reflexión del director Ignacio Peiró sobre las pandemias y el valioso papel que en ella juegan los historiadores.

Los asistentes al curso visitaron el monasterio de Obarra, en Ribagorza, donde contemplaron los curiosos efectos de los rayos de sol sobre el ábside, y la catedral de Roda de Isábena como muestra de espacios que conoció el rey Ramiro I de Aragón, el artífice de nuestra andadura como reino independiente.