Investigadores del Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón (ICMA) han desarrollado una plataforma de impresión en 4D que podría tener importantes aplicaciones en áreas como la biomedicina, la óptica o la háptica —ciencia del tacto—, ya que permitiría la fabricación de músculos artificiales.

El diseño de este equipo de investigadores mixto entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Aragón y la Universidad de Zaragoza es una impresora de polímeros de cristal líquido «que responden al estímulo de la temperatura», según fuentes del ICMA. El concepto de impresión 4D implica «dar un paso más» en este tipo de tecnología al añadir también la dimensión del tiempo, «de manera que los objetos fabricados puedan transformarse en distintos momentos al ser expuestos a estímulos como la temperatura, la luz, la humedad, el ph, los campos magnéticos o los eléctricos», señalaron.

El trabajo lo ha desarrollado el vicedirector del instituto aragonés y reciente premio 2017 de la Real Academia de Ciencias de Zaragoza (sección de Físicas) Carlos Sánchez Somolinos, con la colaboración de la técnico María López Valdeolivas.

El carácter aditivo de esta tecnología de impresión 4D permite pensar en la preparación de elementos estructurados microscópicamente y a la vez fabricados a gran escala que pueden realizar una gran cantidad de trabajo con mucha precisión,

Además, junto a la Universidad Tecnológica de Eindhoven (Países Bajos), los investigadores del ICMA han desarrollado aplicaciones como membranas capaces de discriminar partículas de diferentes tamaños y formas o, entre otras cosas, sistemas con un uso potencial en cirugías mínimamente invasivas.