A Rafael R. T, le detuvieron en julio del año pasado por agredir a un guardia civil que se encontraba fuera de servicio en el interior de un bar de Daroca. Se le citó para juicio rápido por un delito leve de lesiones, si bien todo ha cambiado después de que este hombre reconociera que era consciente de que la víctima era un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Ante ello, la magistrada del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Único de Daroca decidió transformar el procedimiento en unas diligencias previas e imputarle un delito de atentado en concurso con un delito de lesiones. Lo hizo a solicitud del abogado que la asociación Jucil, Marco Antonio Navarro, y con el apoyo de la Fiscalía Provincial de Zaragoza.

Los hechos por los que Rafael R. T. se sentará en el banquillo por un delito por el que puede ser condenado a un máximo de 3 años de prisión, frente a la pena de multa que afrontaba antes del juicio rápido.

Los hechos se remontan a las 02.00 horas del 6 de julio del pasado año en el interior del pub Al fondo guerra, en el que se encontraba la víctima junto a varios compañeros de la Guardia Civil. Todos ellos de paisano porque estaban fuera de servicio.

En un momento dado, según el atestado, se les dirigió el procesado, conocido con el alias de Picatán, quien, sin mediar palabra, le agredió propinándole un fuerte puñetazo en la cara. Cuando el agente fuera de servicio pudo reaccionar, se defendió dándole otro. Los allí presentes les separaron y fueron con el agente herido al centro hospitalario de Daroca.

Los sanitarios del ambulatorio vieron que las heridas en la mandíbula eran importantes, por lo que decidieron derivarle al hospital universitario Miguel Servet de la capital aragonesa. Allí los facultativos le trataron de una lesión interna a nivel maxilar y en las cervicales.

Previamente a la agresión al agente del instituto armado, el Picatán empezó a recriminar a las mujeres que se encontraban en el bar que eran «unas malas madres por estar ahí».