Un vecino de Barcelona ha sido imputado por la Guardia Civil por un presunto delito de maltrato animal, tras hallar en una perrera del municipio zaragozano de Fayón a cinco perros vivos en condiciones lamentables, otro muerto y restos óseos que probablemente correspondan a otros canes.

Los animales fueron encontrados tras la alerta que dio al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil un veterinario, tras una visita a la finca. Este explicó a los agentes que había estado en una perrera muy sucia y con animales en mal estado de salud que deberían trasladarse a un centro de protección animal para su cuidado.

Tras las gestiones realizadas con el Ayuntamiento de Fayón, al día siguiente de la denuncia, efectuada el pasado 27 de marzo, el Seprona giró una inspección del lugar, donde encontró a cinco perros vivos "en estado lamentable", según fuentes del cuerpo, además de uno muerto en el interior de una caseta de plástico y restos óseos que pueden ser de otros perros.

Todos los animales se encontraban encerrados en habitáculos individuales, excepto uno que estaba suelto por la instalación. Los perros no tenían alimentos y alguno de ellos ni siquiera contaba con agua en el recinto. Como consecuencia de estas condiciones, los animales padecían caquexia, deshidratación, conjuntivitis e incluso alguno de ellos estaban cubiertos de parásitos, según el análisis veterinario.

Todos fueron trasladados por personal del Centro de Protección Animal de Movera hasta sus instalaciones, para ser tratados de sus dolencias.

Por todo esto, el propietario de la finca fue imputado como presunto autor de un delito de protección de la flora, fauna y animales domésticos, en esta última modalidad.

Las diligencias fueron remitidas al Juzgado de Caspe el pasado lunes, 28 de abril, según informó ayer la Guardia Civil en un comunicado.