El juez de Instrucción número 1 de Teruel abrió ayer diligencias previas respecto al caso de una anciana que ingresó en el hospital Obispo Polanco con aparentes síntomas de desnutrición y malos y tratos y citó a sus cuidadores a declarar. P.R. y C.B., de 61 y 67 años respectivamente, trabajaban desde hacía alrededor de un año para la víctima. Por el momento no han sido detenidos y acudirán al juzgado a testificar el próximo lunes a las 9 de la mañana en calidad de investigados.

El magistrado instructor y la médico forense se desplazarán hoy hasta el hospital turolense para conocer y valorar el estado de la mujer maltratada. Esta señora de 74 años ingresó en el centro hospitalario porque el servicio de emergencias recibió una llamada de un vecino que había estado escuchando gritos y llantos en la vivienda contigua a la suya, según informaron fuentes policiales.

Cuando los servicios médicos llegaron a la casa de la anciana la encontraron en un pésimo estado de higiene, sucia y maloliente tras haberse realizado sus necesidades encima. Asimismo, la víctima presentaba un estado de desnutrición, deshidratación e hipoglucemia, al parecer por falta de alimentación, según explicaron los agentes que se encargaron del caso. También mostraba diversas contusiones y hematomas por todo su cuerpo, por lo que los servicios de urgencias decretaron su ingreso en el centro hospitalario para que recibiese los cuidados pertinentes.