El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) ha resuelto favorablemente la revisión de la autorización ambiental integrada del proyecto de planta de biomasa de Monzón tras un completo análisis del expediente que incluye el pronunciamiento favorable de la Dirección General de Salud Pública.

Según informa la empresa Solmasol, promotora del proyecto, durante el año y medio que ha durado la revisión de la autorización ambiental, el expediente ha sido sometido a un "exhaustivo" estudio que ha dado cabida al análisis de las alegaciones presentadas.

Con esta afirmación, la empresa sale al paso de las reiteradas denuncias y recursos interpuestos por Ecologistas en Acción y la Plataforma de Oposición a la Planta Incineradora de Monzón contra un proyecto que, según afirman, provocará grave riesgo a los vecinos de la población debido a su cercanía al casco urbano.

La empresa señala en su escrito que para lograr la revisión de la autorización ambiental se han presentado estudios de dispersión de las emisiones y de las inmisiones en la localidad, del balance energético de la planta y de cuestiones referidas al acceso del tráfico rodado.

La revisión del Inaga incorpora medidas ambientales adicionales como la instalación de un filtro de tela que, según los promotores, conseguirá un rendimiento superior al 99,95 por ciento en la retención de emisiones de partículas.

Además, se limita el combustible utilizable para la producción de energía a la denominada "biomasa virgen", es decir, la que no ha sido tratada previamente con fitosanitarios y biocidas.

De esta forma, añade la empresa, se elimina la posibilidad de emisión de compuestos orgánicos persistentes a la atmósfera como benzopireno, furano o dioxinas.

La resolución establece, sin embargo, "umbrales" para el control de estas partículas, con el requerimiento de mediciones periódicas por parte de organismos de control acreditados.

En su comunicado, la empresa destaca, por otra parte, que el informe favorable de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno aragonés precisa que la salud humana "no se verá afectada" por la actividad de la planta con las medidas de protección establecido.

El estudio de inmisiones evidencia, subraya Solmasol, que la planta de biomasa es "compatible" con el cumplimiento de los límites de calidad del aire en el entorno y en particular en las zonas residenciales próximas.

La empresa reitera, en respuesta a las críticas ecologistas, que el proceso no prevé la utilización de un sistema de incineración sino de combustión lenta de biomasa, que se deposita en una caldera para calentar el agua, producir vapor y mover la turbina del generador de energía eléctrica.

Añade que la creación de empleo, las inversiones en el territorio y las ventajas globales de las energías renovables son "los aspectos más destacados de la generación de energía limpia mediante biomasa".