L a quema de contenedores continúa en la capital aragonesa. Los Bomberos de Zaragoza tuvieron que apagar ayer las llamas que afectaban a tres contenedores situados en la calle Obispo Convarrubias, en el barrio zaragozano de Delicias. Los hechos tuvieron lugar sobre las 03.38 horas de la madrugada.

La intervención de estos equipos municipales de extinción de incendios no duró más que cuarenta minutos, si bien el calor del fuego afectó gravemente a los alrededores de estos recipientes de reciclado y de basura orgánica.

Concretamente, afectaron a una tienda de lencería contigua al número 1-3 de esta calle que vio cómo estallaban los cristales del escaparate. El humo entró dentro del establecimiento, si bien los daños, según bomberos, se limitan especialmente a la cristalería. Asimismo, el fuego afectó al aparato de aire acondicionado y a la alarma que se fundieron casi en su totalidad.

Por otra parte, la puerta de entrada al edificio también perdió los cristales como consecuencia del calor.

Junto a los contenedores había dos coches aparcados que también sufrieron grandes daños.

Las bajas temperaturas y el viento que últimamente sopla por las noches en Zaragoza hace que las ventanas estén cerradas, evitando que fuera necesario evacuar el bloque de viviendas como consecuencia del humo, tal y como pasó hace una semana en el barrio Oliver.

El coste de cada uno de estos recipientes está estimado en 700 euros. Para tratar de evitar este vandalismo o, al menos, detener a los culpables, la Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía mantienen un operativo conjunto. El papel de la Policía Científica es especial más allá de la vigilancia, ya que se encargan en rastrear el escenario de los incendios para buscar huellas dactilares u otros indicios que puedan relacionarlos con otros sucesos y capturar a los responsables. La colaboración ciudadana también es importante. Por ello, ambos cuerpos hacen un llamamiento a esta ayuda para avisar a los agentes en cuanto se detecte a alguien en actitud sospechosa.