Un incendio devoró ayer la práctica totalidad de la empresa Frío Aragón, ubicada en el polígono San Miguel de Villanueva de Gállego, tras propagarse desde una zona donde se apilaban neumáticos hacia las naves contiguas. Ni el foco ni la posible causa del fuego estaban claros al cierre de esta edición, cuando los bomberos de la Diputación de Zaragoza (DPZ), que actuaron junto a los de Zaragoza capital, seguían refrescando la zona una vez controladas las llamas. Fuera cual fuese el origen, el resultado fue que «la zona de producción es siniestro total», según resumía el inspector jefe de los bomberos de la DPZ, Eduardo Sánchez.

Los primeros avisos del incendio llegaron, al menos a los bomberos de Zaragoza, a las 17.35 horas, y apenas 13 minutos después llegaban las primeras dotaciones hasta el lugar, a 11 kilómetros de distancia, según destacaron fuentes municipales.

El viento complicó mucho la extinción al avivar las llamas, de forma que se cebó en las naves y obligó a trasladar a multitud de dotaciones. Concretamente cuatro de los servicios provinciales (entre ellas dos camiones nodriza y un brazo articulado para trabajar desde lo alto, de los parques de Ejea, Tauste, La Almunia y Cariñena) y hasta ocho de la capital, con tres camiones nodriza y tres cisterna, amén de otro brazo articulado. Según destacaron en el consistorio zaragozano, la falta de presión de los hidrantes de la zona obligó a trasladar gran número de depósitos, ante la dificultad de extraer agua en el lugar.

Tras unas cuatro horas de intervención, auxiliados por la Guardia Civil y la Policía Local de Villanueva, los bomberos pudieron comenzar a retirarse dejando un retén.

«No sabemos lo que ha pasado; una de las operarias de facturación gritó fuego y hemos cogido todos los extintores que había en la empresa» para intentar apagar las llamas, explicó a los medios el gerente de la empresa, Juan Antonio Aparicio. Según destacó, los alrededor de 25 trabajadores de la empresa colaboraron activamente. El gerente desconocía si el fuego comenzó en realidad fuera o dentro de la nave, aunque explicó que en el exterior había un contenedor de aceite, de 1.000 litros, y neumáticos.