El Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón anunció ayer a última hora que el incendio forestal que se declaró el pasado jueves en el término municipal de Aliaga se encontraba "controlado y casi extinguido". El siniestro, que puso en marcha uno de los mayores despliegues antiincendios de Aragón en los últimos años, fue extinguido prácticamente a última hora, cuando se retiraron todos los medios aéreos y en la zona se quedaron velando tres cuadrillas terrestres, que serían relevadas por otras tres durante la noche para vigilar el perímetro.

VISITAS INSTITUCIONALESTras la vigilia nocturna junto al fuego, el lugar despertó más tranquilo, aunque no seguro del todo. Y es que, ayer por la mañana, todavía vigilaban los pequeños conatos no extinguidos varias dotaciones antiincendios. Cuatro helicópteros con base en San Blas (Teruel), Alcorisa (Teruel), Peñalba (Huesca) y Brea de Aragón (Zaragoza), una brigada helitransportada, dos hidroaviones, bomberos de la Diputación de Teruel, brigadas del COMENA, maquinaria pesada y seis cuadrillas terrestres se encontraban en el lugar del incidente, ya que el bochorno aún soplaba muy fuerte, por lo que la amenaza de propagación del fuego era alta.

En estas condiciones se acercaron al lugar del suceso algunos cargos institucionales. Sobre las 12,30 de la mañana, Alfredo Boné, Consejero de Medio Ambiente, se desplazó a Aliaga para comprobar in situ cómo transcurrían las labores de extinción. Al lugar también se trasladaron la Subdelegada del Gobierno, M Victoria Alvarez, así como autoridades de la Comarca de las Cuencas Mineras, en concreto el vicepresidente, Joaquín Moreno. Este acudió en representación de José Luis Alegre, presidente de la comarca y el consejero delegado de Protección Civil Francisco Rodríguez.

Asimismo, Manuel Contreras, director general de Medio Ambiente, también quiso comprobar las consecuencias del incendio. Así, sobrevoló los lugares aún incendiados en un helicóptero. Contreras, que se reunió más tarde con Alfredo Boné, los alcaldes de Aliaga, Ejulve, Cuencas Mineras y Maestrazgo, evaluó la extinción del incendio, sobre la que declaró tener una actitud "positiva y optimista", ya que la actuación del dispositivo contra en fuego "había sido ejemplar", por lo que se confiaba que el incendio "iba a remitir pronto".

Y así fue. A las labores de voluntarios, bomberos y vecinos de las localidades más cercanas, se unió un factor natural que facilitó la extinción del fuego. La lluvia que cayó a mitad de la tarde en forma de tormenta ayudó a que los pequeños conatos se extinguieran casi por completo.

Este incendio, que se recordará como uno de los más importantes desde el ocurrido hace una década en el Maestrazgo, ha destruido, según los datos oficiales provisionales, de 86 a 100 hectáreas de monte bajo y pino laricio. La causa del incendio todavía se desconoce, aunque todo apunta a que un rayo fue el que produjo el desafortunado incidente.

A pesar de la gravedad del suceso, éste no supuso, en ningún momento, peligro para los vecinos de la zona y la única construcción que se ha visto afectada fue una masía deshabitada. Asimismo, se alertó a los ganaderos de la pedanía de Cirujeda en el término de Aliaga para que tuvieran los rebaños controlados por si era preciso moverlos. Finalmente, ni personas ni animales se vieron directamente afectadas por la acción del fuego.

El fuego podría haber tenido consecuencias mayores, ya que la localidad de Aliaga se encuentra ubicada en una zona de mucha vegetación y naturaleza agreste, ya que cuenta con numerosos bosques de pinos y sabinas. Además, la fauna es también un factor destacable de esta zona.