El quiosco de bebidas El Caracol Peludo, en el zaragozano paseo de Fernando el Católico quedó totalmente calcinado a primera hora de ayer como consecuencia de un incendio provocado por personas desconocidas. El suceso se registró a las seis de la mañana y la rápida actuación de los bomberos no evitó que el establecimiento sufriera siniestro total.

Según la concesionaria del quiosco, Celia Gámez, la instalación está cerrada en invierno y los pirómanos habrían utilizado algún combustible. Las llamas afectaron a las sillas y mesas de los veladores, así como al interior del bar, donde quedaron destruidas las cámaras y otros aparatos, sin que se haya realizo una valoración de los daños.

Los hechos ocurrieron poco después de que se produjera otro conato de incendio que afectó a varias sillas y mesas del velador de un bar en la plaza de San Francisco. La Policía, que investiga ambos incidentes, sospecha que el autor o autores, así como el método empleado, fueron los mismos.

Efectivos de la Policía Científica recogieron varias muestras en el lugar del incendio para conocer el combustible utilizado y buscan posibles testigos del suceso para identificar a los pirómanos.

No es el único acto de vandalismo registrado el pasado fin de semana en las calles de Zaragoza. En la madrugada del domingo, los bomberos tuvieron que acudir a sofocar el incendio provocado en un contenedor de basura en la calle de Cánovas, cerca del lugar donde se produjeron los dos fuegos de ayer.

DAÑOS EN TURISMOS También en la madrugada del domingo fueron sorprendidos tres menores de 17 años cuando provocaban importantes daños en turismos estacionados cerca del sector de Moncasi, en la calle Genoveva Torres Morales.

Los adolescentes saltaron sobre los techos de nueve vehículos y produjeron desperfectos en las carrocerías. También rompieron varios retrovisores antes de ser detenidos por la Policía Local.

Los actos de vandalismo ya son habituales los fines de semana en Zaragoza, cuando disminuye la vigilancia en las calles. Según fuentes policiales, los incendios de contenedores de papel de reciclaje y de vehículos estacionados son los incidentes más habituales, así como los destrozos en carrocerías, retrovisores y cristales de los coches, tanto en el centro como en algunos barrios, especialmente Delicias y Actur.