Los fuegos artificiales con los que se iba a cerrar el día de Santa Orosia, patrona de Jaca, tuvieron que suspenderse anteayer por la noche tras un bloqueo del sistema por un incendio, cuyas causas exactas están bajo investigación. El fuego apenas causó incidencias en la Ciudadela de Jaca, donde se lanzaban los fuegos, pero dejó sin traca final a un buen número de jacetanos y visitantes que habían ido a disfrutar del espectáculo.

Según informó el Ayuntamiento de Jaca, la Guardia Civil levantó acta del incidente ocurrido y durante toda la mañana de ayer, tanto especialistas de Intervención de Armas del instituto armado como de la Policía Local, acompañados por técnicos municipales, se encargaron de analizar in situ, acompañados por los operarios de la empresa de pirotecnia, lo que había ocurrido por la noche, así como las condiciones en que se encuentran todos los materiales y aparatos que componen el sistema de funcionamiento de los fuegos artificiales.

Según se ha podido determinar hasta ahora, una chispa que saltó en una de las bases de los aparatos en los que se colocan los cohetes incendió un cable eléctrico, lo que bloqueó el circuito de funcionamiento del sistema pirotécnico, ordenado por una centralita eléctrica que tampoco pudo seguir funcionando.

Al quedar cortado el sistema, hubo que suspender la sesión de fuegos artificiales, para decepción de la concurrencia.

Los expertos de la Guardia Civil y de la Policía, así como los técnicos municipales, seguían trabajando ayer en la investigación del accidente para averiguar el origen del siniestro. El consistorio lamentó las consecuencias para los visitantes y seguirá atento a cómo discurre la investigación y los acontecimientos sobre este leve suceso que quemó algo de césped.

De hecho, las únicas lesiones que se produjeron en la Ciudadela no fueron anteayer por la noche sino ayer por la mañana, cuando, durante el desmontaje de una de las carcasas de los fuegos, una pequeña explosión afectó al operario que la estaba manipulando.

El empleado fue trasladado a un centro hospitalario para ser atendido, pero no presentaba más lesiones que un intenso pitido en los oídos.