El Indicador de Confianza Empresarial Armonizado (ICEA), cuya publicación corresponde al Instituto Nacional de Estadística (INE), bajó un 1% en el primer trimestre de este año en relación al trimestre anterior. El descenso de la confianza en el primer trimestre, el segundo consecutivo tras el fuerte retroceso del último cuarto del 2018 (-1,7%), se debe al empeoramiento del indicador de expectativas, ya que el de situación actual mejoró respecto al trimestre anterior. En Aragón la cifra todavía es peor, pues se registra un dato negativo del 1,4%, un registro comparable al de Castilla y León. En todo caso, únicamente Madrid, Navarra y Murcia consiguen un porcentaje positivo en la materia.

El balance de expectativas (diferencia entre las opiniones de los empresarios optimistas y los pesimistas) se situó en ese periodo en -2,7 puntos, colocándose en negativo por primera vez en dos años. Esto se debe a que el porcentaje de establecimientos empresariales que piensan que la marcha de su negocio será favorable entre enero y marzo de este año se ha situado en el 16,6%, cifra inferior a la del trimestre anterior (19%).

Al mismo tiempo, el porcentaje de empresarios que opinan que su negocio marchará de manera normal ha bajado desde el 64,9% al 64,1%. El porcentaje de optimistas solo repunta unas décimas.