La indignación ciudadana ya ha cruzado fronteras y ahora toca subir a lo más alto. Aunque España fue pionera en acampar en las plazas más importantes de las ciudades y la práctica se extendió al resto del mundo, Aragón es ahora la primera en subir cimas para mostrar su descontento respecto a la situación económica que vive tanto la comunidad como el país en general.

Esta iniciativa, ideada por el Movimiento 15M aragonés, con el lema Toma las cumbres, quiere llegar a expresar el rechazo a la situación actual de recortes. El mecanismo es sencillo: todo aquel que quiera debe subir a una cima o loma de la comarca aragonesa con una gran pancarta reivindicativa y "gritar al cielo" su descontento. "De hecho invitamos a todo el mundo a que suba a donde sea, no tiene porque ser una gran montaña, pueden manifestarse en la azotea de sus casas", cuenta Hugo Esteban, representante del 15M aragonés.

Vuestra deuda no la pagamos, esta es la frase que aparece en la banderola preparada por el movimiento y que se puede adquirir en la red de refugios de la Federación Aragonesa, aunque los montañeros también pueden crear su propia pancarta "sin que haya ninguna censura".

Además, no solo son montañeros los que suben por estos motivos. La participación de cicilistas y escaladores es también notable, con varias ascensiones por puertos pirenaicos y franceses, así como por vías de escalada en Riglos y Ordesa. Y como no, la iniciativa ya se ha extendido a otros parajes. La ruta del Cares en Asturias, los Alpes en Francia e incluso el lago Titicaca en Bolivia ya son lugares que acogen la indignación ciudadana.

Desde el 14 de julio, día que comenzó la campaña, ya son casi 200 las personas que han subido a lo más alto de 60 cumbres (algunas de más de 3.000 metros de altitud como los picos Aneto, Monte Perdido) y han colgado sus fotos en el blog (http://tomalascumbres.blogspot.com.es/). La actividad tiene previsto extenderse hasta septiembre ya que como afirma Esteban, "aprovechamos el periodo estival en el que la gente está de vacaciones y no tiene compromisos para crear conciencia de que la deuda de este país no la tenemos que pagar nosotros con estos recortes".

Este es el primer objetivo de la campaña, "mostrar el rechazo ante unas medidas autoritarias y dar luz a los ciudadanos, mostrarles que la situación que vivimos viene por la crisis del sistema financiero". Pero no es el único. El movimiento pretende también reclamar una consulta popular sobre la deuda, la cual está siendo preparada desde hace meses a nivel de todo el Estado.

De cualquier manera, una cosa sí que han conseguido: todos los que han participado han pasado de vivir "ahogados por los recortes" a poder respirar un poco mejor.