La ausencia de autobuses urbanos durante la Nochevieja ha provocado la indignación de los ciudadanos de Zaragoza que se vieron privados de este servicio público entre las nueve y media y las diez menos cuarto de la noche del pasado miércoles. Ante esta situación que se viene repitiendo año tras año en la capital aragonesa, la Unión de Vecinos Cesaraugusta, la Asociación de Consumidores Torre Ramona y la Unión de Consumidores de Aragón han instado al concejal delegado de Servicios Públicos, Jesús Sarría, a estudiar un plan de transporte específico para jornadas tan señaladas como las de Nochebuena o Nochevieja.

El miércoles, a las nueve de la noche, los autobuses urbanos salían de la primera parada de cada línea para realizar su último servicio completo. Además, el día 1, los vehículos públicos no reiniciaron su labor hasta las siete de la mañana, cuando habitualmente lo hacen antes. Si a esto se suma el que los 1.715 taxis de Zaragoza habían sido liberados (es decir, que trabajaba el que quería), a los ciudadanos no les quedaba más opción que trasladarse con su coche privado o andando.

El concejal delegado de Movilidad Urbana, Jesús Sarría, argumenta que en ninguna Nochevieja han trabajado los chóferes de Tuzsa y que en ninguna ciudad española funciona este servicio. Además, esgrime "el derecho de los conductores a comer las uvas con sus familiares o amigos". Ante esta justificación, el presidente de la Unión de Vecinos Cesaraugusta, Benito Vicente, recordó que el autobús urbano es un servicio público que costean todos los ciudadanos. "Si aplicáramos el concepto a todos los trabajadores de servicios públicos nos encontraríamos con que en Nochevieja no habría ni policías, ni bomberos, ni médicos...", sostuvo. En su opinión, el ayuntamiento debe buscar fórmulas que concilien la vida familiar de los conductores durante estas fechas con su deber como trabajadores de una contrata subvencionada con fondos públicos. "A las once podría interrumpirse el servicio para después reanudarlo a la una, la demanda es demasiado fuerte como para que se desoiga y deberían sentarse ya mismo a estudiar las posibilidades para que el próximo 31 de diciembre no nos encontremos con el mismo problema", añadió.

La presidenta de la Asociación de Vecinos Torre Ramona, Olvido Blasco, también se mostró partidaria de incrementar el servicio nocturno de los autobuses. "Van cambiando los horarios de los ciudadanos y el ayuntamiento tiene la obligación de adaptarse a ellos", dijo. Su homólogo de la Unión de Consumidores de Aragón (UCA), José Angel Oliván, recordó que se trata de una noche festiva en la que cada vez sale más gente, bien para divertirse o bien para trabajar. "No estamos hablando exclusivamente de ciudadanos que salen a tomar unas copas, sólo hay que pensar en la cantidad de personas que se desplazan del sector de la hostelería para ir a su puesto de trabajo" defendió.

Recordó además que el carácter festivo de la fecha invita a los ciudadanos a ingerir alcohol antes de montar en su vehículo para continuar con la fiesta en otros puntos de la ciudad. "Esta tradición de suprimir el servicio de transporte público tendrá que acabar tarde o temprano porque miles de ciudadanos están demandando este servicio", añadió.

El concejal de Movilidad Urbana, ante las críticas recibidas, mostró su disposición para dialogar con Tuzsa. "Es algo que está pactado desde hace muchos años pero no tengo inconveniente en sentarme a hablar con ellos", dijo.