El Ministerio de Industria ha decidido posponer el proyecto de construcción de la línea de muy alta tensión entre España y Francia por el Pirineo aragonés, más conocida como autopista eléctrica. Así lo refleja el diario leridano Segre, que en su edición del martes apunta que, no obstante, el Gobierno central considera que se trata de una iniciativa de interés a partir del 2020, una vez concluida la moratoria.

La noticia, que ha causado estupor en la plataforma de oposición al proyecto, parece apartar momentáneamente el fantasma de los postes de alta tensión de las comarcas de la parte oriental de Huesca.

Madrid sopesa la posibilidad de sustituir la autopista eléctrica por una línea bajo el mar entre España y Francia por el golfo de Vizcaya. Entre otros motivos para el cambio se detalla la dificultad técnica del trazado a partir de Peñalba hasta la localidad catalana de Isona. De esta forma se evitaría el impacto visual de la línea de alta tensión en el paisaje y, de paso, se atenuaría la fuerte oposición social que existe en las poblaciones.

Sin embargo, en una reciente comparecencia en el Congreso, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, volvió a referirse a la "importancia" de otro proyecto que no se distingue apenas del anterior, el Monzón-Cazaril, si bien precisó que su planeamiento se halla poco avanzado.

"Todas estas noticias son muy confusas y nos asalta la sospecha de que lo que Industria pretende es desmovilizar a los opositores para actuar a su guisa", denunció ayer Carlos González, de la plataforma de afectados. "No se entiende el abandono de la línea de Isona si en la terminal han planeado una subestación", afirmó.