La magistrada que investiga el presunto doble infanticidio ocurrido en noviembre del pasado año en Zaragoza, Mercedes Terrer, intenta esclarecer este extraño caso en el que pudieron intervenir supersticiones del norte de Marruecos. Ayer tomó declaración a la mediadora intercultural que atendió a Icram Benhadi cuando murió la primera de sus hijas. Esta trabajadora social, Amina Kamal, rechazó rotundamente que las menores murieran por nacer niñas.

Ante la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de la capital aragonesa, Kamal señaló que en ningún momento la arrestada ni su familia destacaron de forma negativa el hecho de que hubiera concebido niñas. Afirmó que ellos solo se centraron en que en esa vivienda vivía un Djinn o genio que se introducía dentro de las bebés en el momento en el que les daba el pecho y que era el responsable de sus muertes. "Estaban convencidos de que morían por los espíritus malos", apuntó.

Por ello, Kamal les pidió que pusieran cintas de audio del Corán durante las 24 horas y que este libro sagrado siempre estuviera en la habitación de la menor, debido a que "evita espíritus malos". También les solicitó que evitaran dejar a solas a la niña y a la madre.

Soledad

Una situación que cumplieron, ya que cuando murió su tercera hija Icram Benhadi estaba acompañada por su suegra. La madre afirmó, cuando fue arrestada, que el 21 de noviembre había amamantado a su bebé, le cambió el pañal y se fue a hacer el café a la cocina. En ese momento, la abuela comenzó a gritar y se trasladaron al centro de salud Fuentes Norte donde no pudieron salvarle la vida.

Amina Kamal no fue la única que declaró ante la jueza, sino que también lo hizo el personal sanitario que atendió a Icram Benhadi. Estos médicos reconocieron, según fuentes consultadas, que las muertes fueron "extrañas", a la vez que admitieron que no se hizo una autopsia de la primera menor. El abogado de la sospechosa, Pedro Pascual Langa, aseguró que no fue por una negación de los padres a realizarla, sino por "un problema de comunicación. No tenían nada que ocultar".

Los partes clínicos de las dos fallecidas y de la que pudo salvar su vida señalan que sufrieron episodios de hipotonía, mala coloración generalizada, vómito y emisión de una ligera cantidad de sangre por la boca. No obstante, el letrado mantiene que la primera de ellas, Sara, ya sufrió una apnea nada más nacer, por lo que "no pudo intervenir mi defendida".

Actualmente, Icram Benhadi se encuentra en la enfermería del centro penitenciario de Zuera, donde está siendo tratada psicológicamente. La joven estuvo ingresada varias semanas en Psiquiatría del hospital Miguel Servet de Zaragoza, tras ser enviada por la juez a prisión.