La decisión de no aprobar la revisión de precios del autobús relativa al 2011 se desestimó a pesar de la opinión de los técnicos del área de Servicios Públicos, que elevaron al Gobierno de la ciudad un informe en el que se avalaba la necesidad de actualizar el precio por kilómetro a las cuantías que exigía la empresa. De acuerdo con aquella polémica fórmula polinómica que hace escasas semanas protagonizó una comisión extraordinaria en la que la responsable del área, Carmen Dueso, dijo que no se llegó a un entendimiento con la concesionaria, TUZSA, porque no se correspondía con los criterios que marcaba la Universidad de Zaragoza en el informe que denunciaba el enriquecimiento injusto por parte de la empresa.

Así, el 28 de marzo del 2012, los servicios de Movilidad Urbana y Fiscalización Económica municipales comunican su conclusión de que esa actualización debe producirse, que estos precios "serán de aplicación a partir del 1 de enero del 2011" y que "la efectividad" del mismo "queda condicionada a la habilitación del crédito adecuado y suficiente para cubrir el coste total que supone la revisión de precio coste/km". Así que, el consistorio desestimó el análisis que hacían los técnicos para atender a lo que apuntaba la universidad. Y ahora ha llevado a que la empresa reclame 50 millones al ayuntamiento y que este, por este motivo, le reclame a ella 30.

Por otra parte, ayer se pusieron en marcha los diez nuevos microbuses fabricados por la concesionaria, Autobuses Urbanos de Zaragoza. Los usuarios de líneas como la 43 o las lanzaderas del sur de la ciudad, entre otros, subieron a bordo de estos vehículos que son de 10,4 metros de largo. Mientras, se sigue a la espera de que se fije la fecha para la ampliación de la red en 500.000 kilómetros, que aún no se ha fijado.