Un informe del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza sobre la reforma que se está acometiendo en la calle Don Jaime propone «reconsiderar» el paso del autobús urbano por esta vía ya que, como apunta, «no parece apropiado un tráfico elevado en una zona de prioridad peatonal». En concreto, este texto aborda la memoria valorada para las obras que comenzaron el día 20, la elevación de la calzada y la mejora de la accesibilidad en esta calle. Proyecto que, en su momento, se incluyó entre las propuestas de los presupuestos participativos -eso sí, con la peatonalización de la calle- y que los técnicos descartaron por no ser viable.

El informe sostiene que la reforma está «en sintonía» con los criterios del Plan de Movilidad Sostenible, en el que se considera que el Casco Antiguo «debe ser un área de prioridad residencial y de tráfico» y lo dio a conocer ayer el grupo municipal del PP. Está fechado el 19 de julio (un mes antes de que comenzara la reforma) e incluye otras cinco conclusiones, entre las que destaca «desinstalar los semáforos de la plaza de la Seo» y no pintar los pasos de peatones» puesto que, al ser «una zona de prioridad peatonal», estos últimos «carecen de sentido».

contraste / Precisamente, este aspecto choca con la postura que adoptó la semana pasada el concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, quien se comprometió a no peatonalizar la zona y mantener el transporte público en las mismas condiciones. Desde el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), precisamente, solicitaron que se mantuvieran los pasos de peatones y los semáforos. En ese sentido, desde Urbanismo consideraron «más seguro» mantener los de Echegaray, el que se encuentra al comienzo de Don Jaime y el que coincide con la calle Mayor. Además, el informe incluye otro elemento pensado para los invidentes que, por cierto las obras incluirán, las baldosas podotáctiles.

En su segundo punto, el informe dado a conocer ayer aborda la autorización al paso de vehículos de transporte público, carga y descarga, bicicletas, residentes y taxis. En ese epígrafe considera que deberá delimitarse con hitos la zona de circulación. No obstante, en su sexto punto es donde propone «reconsiderar» el paso de los autobuses por la vía. También, y en tercer lugar, marca una limitación de velocidad de 20 kilómetros por hora en todo el tramo, en sintonía con el hecho de ser una plataforma única con prioridad peatonal.

De la misma forma, el texto considera conveniente prolongar la sobreelevación hasta las intersecciones con las calles Mayor y Espoz y Mina, algo que «permitiría eliminar los semáforos en ese punto y calmar el tráfico».

Cabe recordar sobre esta intervención que las principales asociaciones vecinales del distrito del Rabal de la capital aragonesa (esto es, Arrabal, La Jota, Barrio Jesús, Vadorrey y Picarral) manifestaron la semana pasada su preocupación por esta elevación de la calzada a la altura de la acera y exigieron que se garantice la circulación del transporte público en la vía.