Un informe de la Agencia Aragonesa de Seguridad Alimentaria (AASA) asegura que los niveles de lindano en el agua que autoriza la legislación europea no suponen un riesgo para la salud pública y están muy por debajo de los considerados perjudiciales por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Así se pone de manifiesto en un documento elaborado por la doctora Ana Ferrer Dufol, jefa de la Unidad de Toxicología del Hospital Clínico de Zaragoza, miembro de la comisión científica de la Agencia Aragonesa de Seguridad Alimentaria, organismo que preside el catedrático Juan José Badiola. El texto señala que el límite admitido en el agua para consumo humano en Europa es de 0,1 microgramos, mucho más restrictivo que el permitido en los Estados Unidos, Canadá y México, situado en dos microgramos.