El matadero municipal de Jaca ha sufrido varios cierres cautelares. En noviembre del 2000, el servicio se paralizó hasta que se encontró una empresa que se hizo cargo de los residuos. En octubre del 2001, los carniceros jaqueses se quejaron ante la amenaza de cierre por las carencias de la instalación. El caso más cercano al actual tuvo lugar a mediados de abril del año pasado, cuando se detectaron goteras en los rieles que transportaban la carne. En octubre del mismo año, el ayuntamiento invirtió 90.000 euros, para solucionar las cerca de 40 infracciones que Sanidad había detectado.