Con buena música mejicana, sabor a jamón de Teruel, vino de cosecha y olor a chocolate negro. Así se inauguró ayer en Zaragoza el I Salón de Servicios para Congresos, Bodas y Acontecimientos en la sala multiusos del Auditorio. El lugar estaba a tope y es que no era para menos, porque allí se podía encontrar cualquier cosa relacionada con los bodorrios y las fiestas varias.

Los más atrevidos como Florencio García Madrigal, teniente de alcalde de Régimen Interior y delegado de Turismo, se metieron en la limusina de uno de los stands más especiales para novios. "Si se monta uno aquí dan ganas de casarse otra vez". Para los que se convertirán en marido y mujer, la feria es uno de los mejores espacios para conocer las últimas novedades del sector.

En El cachirulo, María García y Roberto Yanguas miraban los menús para su ceremonia. "Este restaurante es uno de los mejores y nos haría ilusión que en nuestra boda organizaran el banquete". Aunque otros como Pilar Toboso y Angel Fajó, también novios, acudieron para "ver si nos tocan los 600 euros que sortean". Otros, como Angel Latorre, iba solo porque "pasaba por el auditorio y quería ver alguna joya de las expuestas".

Pero de los más de 50 expositores, no todo está destinado a los novios. Nuria Fernández fue con su hija a mirar colchones --"estamos buscando uno para la nueva habitación"--, aunque otros, como Benito Ros, director general de Turismo, preferían los puros: "Un buen cigarro puro acompaña siempre". El rincón de los viajes fue uno de los más concurridos. "Mi hermano y yo nos queremos ir a Tailandia el mes que viene", relató Luis Marco, "por eso venimos aquí, que hay calidad". Aunque aparte de calidad, también hubo originalidad, como la de la tienda de trajes de novio Protocolo , que tiene su propio cava. "Intentamos que el novio se sienta cómodo con nosotros", afirmó Mariano García Forcada, el dueño de la firma. "Que se hayan reunido aquí tantas empresas de eventos es un paso gigante para Aragón", dijo José Luis Yzuel, presidente de Horeca. Ahora sólo queda disfrutar de esta feria --que está abierta todo el fin de semana a todo el público-- para montar una buena fiesta y ultimar todos los detalles de un esperado evento.