La joven detenida en Zaragoza por acabar con la vida de sus dos hijas y de intentarlo con una tercera pasó ayer su primera noche en prisión. La magistrada del Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza, Mercedes Terrer, la envió de forma provisional, después de tomarle declaración durante una hora, en la que defendió su inocencia.

La sospechosa, Icram Benhaddi, se mostró sorprendida por la imputación de dos asesinatos y una tentativa, afirmando que fue una muerte súbita en los dos casos. Según fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, la mujer recordó que el pasado 21 de noviembre ella amamantó a su bebé y que su suegra estaba delante. Cuando acabó de darle de comer, le cambió el pañal y se fue a preparar el café. Mientras estaba en la cocina, la abuela de la niña comenzó a gritar y la trasladaron al centro de salud Fuentes Norte, si bien no pudieron salvarle la vida.

Durante su declaración, en la que estuvo defendida por el abogado Pedro Pascual Langa, también se trató el supuesto rito religioso por la posible presencia de un espíritu maligno en la vivienda familiar, situada en el número 19 de la calle Florián Rey.

La joven aseveró que no creía en eso, a pesar de que tanto ella como el resto de la familia, de origen marroquí, sí habían hablado de la existencia de Jim --nombre del supuesto demonio-- cuando su segunda hija estuvo a punto de perder la vida en las mismas circunstancias que las anteriores. Esta confesión se la hicieron a la mediadora intercultural, Amina Kaman, quien así lo destacó en el informe con el que ha trabajado la Brigada de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía en Aragón. De hecho, pretendían viajar a su país natal para acabar con este supuesto espíritu.

SOLUCIÓN

En aquel momento, esta especialista les pidió que pusieran cintas de audio del Corán durante las 24 horas y que este libro sagrado siempre estuviera en la habitación de la menor, debido a que "evita espíritus malos". Asimismo, pidió a la familia que nunca dejaran a la niña y a la madre solas, por prescripción de los psiquiatras.

Y es que los médicos que la trataron apuntaron que esta mujer sufría una depresión postparto. Estuvo bajo vigilancia en una habitación del hospital Materno-Infantil en la que se instalaron cámaras, pero nada anómalo se observó. Resalta en este extraño caso que no hubo autopsia del primer bebé.

Según los partes médicos, en los tres casos las niñas, que contaban con menos de tres meses --edad máxima para realizar el supuesto rito--, presentaban episodios de hipotonía, mala coloración generalizada, vómito y emisión de una ligera cantidad de sangre por la boca.

El suceso conmocionó al bloque de viviendas en el que vivía esta familia. Los vecinos resaltaron la "educación y el saber estar" del esposo de la joven, si bien de ella destacaron "lo reservada que era". Muchos apuntaron a que ni se habían enterado de que había dado a luz.

Con respecto a la muerte de la primera niña, también dijeron que ella no se mostró muy afectada, que hablaba de que sufrió una "muerte súbita", si bien "siempre tenía una sonrisa en su cara". Hecho que a muchos les extrañó.