Los ingresos tributarios reconocidos en Aragón han aumentado hasta abril un 9,46 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, hasta casi 1.082 millones de euros, casi el doble de lo previsto en el presupuesto, con lo que se espera alcanzar el 100 por ciento de lo calculado.

Los ingresos de los impuestos que forman parte de la financiación autonómica, como el IRPF o el IVA, ha crecido el 7,17 %, con 910 millones reconocidos, mientras que los cedidos -entre ellos Sucesiones y Donaciones, Patrimonio, Transmisiones Patrimoniales o Actos Jurídicos Documentados- ha subido el 27,93 %, hasta 136,4 millones, y los propios -grandes superficies, hidrocarburos o sobre la contaminación de las aguas- el 17,88 %, hasta 30,5 millones.

Los casi 1.082 millones de euros de ingresos tributarios reconocidos representan una ejecución del presupuesto del 31,83 por ciento.

Esos son algunos datos que el consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, ha destacado hoy en una rueda de prensa para hacer balance de la recaudación tributaria y aclarar con el director general de Tributos, Francisco Pozuelo, algunos aspectos sobre uno de los impuestos más polémicos, el de Sucesiones, y presentar el simulador al que ya se puede acceder en la página web del Gobierno para que los ciudadanos sepan si tienen o no que pagar alguna cantidad en caso de herencia.

Los ingresos tributarios, ha dicho Gimeno, están muy por encima de lo establecido y hace prever que llegará al 100 por ciento de lo fijado en el presupuesto "sin que haya mucho margen de error", y esos mayores ingresos permitirán disminuir el déficit, y es "perfectamente conseguible", según el consejero, el objetivo del 0,6 por ciento para este año aunque haya que hacer algún esfuerzo, pero sin que sea necesario hacer retenciones presupuestarias.

En cuanto al impuesto de Sucesiones, que es el que más crece, el 48,99 % hasta 69,9 millones hasta abril, Pozuelo ha concretado que ese aumento representa casi 23 millones más que hasta abril del año pasado pero en el primer cuatrimestre de 2016 no se incluyeron los cambios legislativos y el incremento de un año a otro se debe a las actuaciones de investigación y lucha contra el fraude, que si se excluyen dejarían el incremento en unos 10 millones.

Pozuelo ha negado que el impuesto tenga escaso potencial recaudatorio y también que el aumento en los ingresos por este impuesto se deba solo al impacto de los cambios en la legislación, ya que también depende del número de herencias que se producen, del valor de las herencias y, sobre todo, de las actuaciones de investigación y lucha contra el fraude.

Además, ha hecho hincapié en el 84,62 por ciento de las herencias en Aragón se producen entre parientes cercanos -cónyuges, descendientes y ascendientes-, y en el 90 por ciento de los casos no pagan nada, mientras que entre parientes más lejanos -hermanos, primos, tíos o sin parentesco- suponen el 15,38 por ciento de las herencias.

También ha asegurado que en Aragón sólo se rechazaron el año pasado el 7 por ciento de las herencias, por las deudas que en muchos casos conllevan, y ha comparado esas renuncias con las que se producen en comunidades como Canarias o Madrid, del 10,6 por ciento y el 9,6 % cuando son las que tienen una imposición más baja.

Además, ha aludido a los 155.000 euros que se tienen que pagar en Aragón por una herencia de 800.000 euros que se ponen en muchas ocasiones como ejemplo y que "no llegan ni de lejos al 1 por ciento" de las herencias que se producen en la Comunidad.

Ha remarcado además que el porcentaje a pagar no llega al 20 % cuando es el tipo de IRPF que se paga en salarios brutos anuales de unos 40.000 euros.

En su opinión, son otras comunidades las que tiene que explicar su política impositiva, porque es verdad que por una herencia de 800.000 euros en Madrid se pagan 1.500 euros, la misma cantidad que se paga en esa comunidad las personas por salarios de 16.000 euros.

Gimeno ha comentado además que el impuesto de Sucesiones, que regula una ley estatal de 1988, se está debatiendo en profundidad en el seno de la Comisión de expertos para la reforma del sistema de financiación, en la que hay acuerdo a favor de que exista el impuesto y de que haya un mínimo idéntico exento en todas las autonomías, pero aún no sobre la cifra.

Ha concretado que la discusión se centra en una progresividad con una tarifa lineal que podría variar entre el 4 y el 5 por ciento para Sucesiones entre parientes más cercanos -cónyuge, descendientes y ascendientes, que se situaría en un porcentaje similar al que se aplica en Aragón-, y en torno al 11 por ciento entre parientes más lejanos o sin parentesco.

"No hay ninguna voluntad en las comunidades autónomas en estos momentos puesta encima de la mesa de la desaparición de este impuesto", ha remarcado el consejero, quien ha insistido en que representa una fuente de ingresos importante para la Comunidad, unos 142 millones este año, pero "mucho menos" que cuando gobernaba el PP.

Además, ha considerado que es "muy fácil" pedir la supresión de un impuesto, pero si bajan los ingresos "es muy difícil conseguir mantener los gastos" para sostener los servicios públicos. "Esto no cuadra", ha aseverado.

Por otras parte, ha destacado entre los tributos propios la incorporación de Zaragoza al Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas y ha avanzado que en septiembre u octubre se girará a los ciudadanos el recibo correspondiente a 2016.