Una vecina de Zaragoza ha conseguido que las odontólogas en las que confió para realizarse cinco implantes dentales sean inhabilitadas durante seis meses por las lesiones por imprudencia profesional grave que sufrió.

Esa ha sido la condena impuesta por la titular del Juzgado de lo Penal número 5 de Zaragoza, Ana Monserrat Llorca con respecto a las dos acusadas, Saida Corma y Stephanie Sánchez, quienes tendrán que pagar una multa de 120 euros cada una, además de una indemnización de 2.800,50 euros.

Ambas se sentaron en el banquillo por la acusación ejercida por la abogada Carmen Sánchez Herrero, ya que la Fiscalía solicitaba una absolución que la magistrada no ha estimado.

La jueza señala en su sentencia que el 22 de febrero del 2016 le hicieron la extracción de dos colmillos para colocar cinco implantes en la parte superior de la boca. «Tras dicha intervención unas de las piezas que le habían colocado comenzó a perforar la encía, pudiéndose comprobar tras realizar un escáner que todos los implantes estaban fuera de la tabla», apostilla.

Considera que «como consecuencia de la falta de estudio previo no se detectó la más previsible falta de hueso y espacio suficiente para la colocación de los dientes, por lo que estos fracasaron». «Como consecuencia de todo ello, la mujer padeció úlceras bucales siendo necesario para curar de tratamiento médico consistente en la retirada de la prótesis, sin dejar secuela alguna y tardando en curar 51 días», añade. El coste del tratamiento se presupuestó en 17.300 euros, si bien se le concedió una subvención del 85%. El fallo no es firme.