El presidente del Seminario de Investigación para la Paz (SIP), Jesús María Alemany, ha sido galardonado con el Aragonés de Honor que entrega el próximo jueves EL PERIÓDICO DE ARAGÓN. Una prestigiosa trayectoria al frente del SIP avala a este jesuita que se distingue por una valiente defensa de las libertades, un intenso combate contra la injusticia y una vida dedicada a la cultura de la paz.

El jesuita, teólogo y defensor de los Derechos Humanos ha tenido una trayectoria intachable en la defensa de los más desfavorecidos, lo que ya le ha valido reconocimientos nacionales e internacionales. Nacido en Zaragoza en 1930, su labor docente e investigadora se ha movido en cuestiones teológicas y fronterizas de la teología con la sociedad, la cultura y la justicia, así como en la cultura de la paz y el análisis de las relaciones internacionales. Ha publicado docenas de trabajos centrados en los análisis sobre la paz y el respeto a los Derechos Humanos. "Es lícito rebelarse moralmente contra todo lo que sea injusto y afecta a la dignidad de las personas", ha afirmado en alguna ocasión.

Alemany es colaborador habitual en diversos medios de comunicación, así como en diversas revistas especializadas de teología y cultura de paz. Ha participando en misiones de trabajo en relación con la paz en Venezuela, Suecia, República Democrática Alemana, Sáhara Occidental, Colombia e Israel. Por ese motivo es conscientes de que el camino hacia la paz "es tan importante como la paz misma".

Intensa trayectoria

Desde 1972 hasta 1999 formó parte de la Comisión Justicia y Paz de España. En la actualidad es miembro del Consejo Asesor de Intermón-Oxfam, miembro del Comité de Honor de la Fundación Luis Pinilla y miembro del Comité de Honor del Rolde de Estudios Aragoneses.

Entre otros reconocimientos ha recibido el Memorial Juan XXIII de la Paz 1997, la Medalla de las Cortes de Aragón 1999 y en el mismo año fue nombrado Hijo Predilecto de Zaragoza. En 2007 el Ministerio de Educación y Ciencia le concedió la Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio y en el 2009 recogió el Premio Aragón 2009, máxima distinción del Gobierno de Aragón concedida a la Fundación Seminario de Investigación para la Paz en sus 25 años. Una labor siempre comprometida y hasta las últimas consecuencias. "El hambre, la pobreza, la desigualdad, el desprecio cultural, son violencia estructural", afirma.

Según explica Alemany, "la paz es el resultado de una serie de condiciones que Johan Galtung llamó las cuatro d: desarrollo, democracia, derechos humanos y desarme". Bajo esta premisa se creó en 1984 el Seminario de Investigación para la Paz. Su objetivo es contribuir a la investigación para la paz en sus múltiples facetas, dentro de un marco interdisciplinar e independiente en su orientación.

"La paz es un concepto distinto al que pensamos habitualmente, no es la ausencia de guerra sino de violencia, y esta puede ser no solo física sino estructural, derivada de la desigualdad, la pobreza o la falta de derechos humanos. En esta concepción es fundamental la libertad, no solo civil sino económica, y sería triste que la perdiéramos o la cediéramos, mal aconsejados", destacó hace unos meses en una extensa entrevista concedida a este diario.