La coincidencia de la alarma social generada por el ébola y el inicio, a partir del próximo lunes, de la campaña de la gripe inquieta a autoridades sanitarias y a los propios profesionales, que temen que la similar sintomatología de ambos virus confunda a los pacientes y les lleve a pensar que sufren ébola. Además, alertan de la posibilidad de que los servicios de urgencias de los hospitales --que sufren episodios de saturación con la llegada de la gripe-- registren, en esta ocasión, más masificación.

"Se pondrán todos los medios y se habilitarán todas las salas que sea preciso, como se ha hecho siempre que ha hecho falta", aseveraron fuentes del Salud, que admitieron que la inminente llegada de la gripe ha sido un tema debatido en "todas" las reuniones del comité creado la pasada semana, aunque subrayaron que "los médicos saben discernir perfectamente entre gripe y ébola".

De hecho, los facultativos dejan claro que, a pesar de la coincidencia de algunos síntomas, existe un factor determinante. "Lo primero que hay que averiguar es si el paciente ha estado en algún país africano con incidencia del virus o si ha estado en contacto con alguien que lo haya hecho. Si no es así, el ébola ya está descartado", señaló un sanitario de un centro de salud zaragozano. Además, la gripe también puede resultar un aspecto diferenciador. "Si alguien tiene, repentinamente, 39 o 40 grados, el ébola también queda descartado, ya que se estima que la temperatura en caso de este virus es de 37,5 a 38,5 grados".

PROTOCOLO

Por otra parte, el Ministerio de Sanidad ha decidido incluir en su protocolo de actuación contra el ébola la fumigación del traje con lejía --se estima que tiene hasta un 95% de probabilidades de eliminar el virus-- durante alrededor de 30 minutos tras abandonar la habitación del enfermo. De este modo, Madrid implanta una medida que Aragón introdujo en su protocolo a iniciativa propia.

Pero, según explicaron fuentes del Ejecutivo autonómico, no ha sido el único factor que la comunidad ha aportado, ya que Madrid también habría asumido el doble checking --presencia de otra persona junto a la que se está quitando el traje tras asistir al enfermo para comprobar si lo está haciendo adecuadamente-- y la creación de un equipo especializado en un solo hospital de referencia.